Aznar mete un gol...

Al grito de 'vamos a ganar', el señor Aznar ha mezclado el fútbol y la huelga general del día 20. Sus eufóricas salidas de tono, primero ante los empresarios de la construcción y, más reciente, ante los empresarios alemanes del metal, utilizando en ambos casos símiles futboleros, no las ha pensado muy bien.

Porque, en realidad, el buen papel de la selección española de fútbol en el campeonato del mundo se debe justo a lo contrario de lo que el señor Aznar pretende imponer por decreto: la selección juega bien desde que les han garantizado unas buenas primas para todos, incluido suplentes o el lesionado Cañizares.

¿Por qué no aplica el señor Aznar, que tan aficionado parece al fútbol, la misma regla a los trabajadores? ¿Por qué van a hacer los trabajadores lo que no se les puede exigir ni a los futbolistas ni a nadie, que trabajen por un sueldo escaso? ¿Cree que España puede funcionar bien como equipo si se desatiende a los suplentes? ¿No ve que, para mantener la cohesión de España, hace falta ocuparse incluso de los lesionados dándoles un trato igualitario con el resto de los jugadores-trabajadores?

Cada gol que meten nuestros futbolistas, cada incorporación que se produce en un partido, indica que allí hay gente bien pagada e ilusionada por España. Señor Aznar, ¿puede alguien mal pagado tener ilusión por su trabajo? ¿Puede España ir bien si los jugadores-trabajadores no están motivados?

Señor Aznar, en el fútbol como en la vida, para ganar hace falta algo más que proponérselo. Hay que poner los medios adecuados. Y usted va a perder primero el 20-J porque le vamos a parar el país. Y después, hace bien en retirarse de la política. Pero no lo haga después del día 20, aguante usted un poco, que cada cosa que dice acerca más el cambio que este país necesita.