Las lecciones de 'e-learning'

El Instituto de Empresa (IE), una de las tres escuelas de negocios españolas que aparece en casi cualquier lista internacional de prestigio, lleva dos años y 12 millones de euros invertidos en ensayar su proyecto de formación online. En ese tiempo, han pasado por esta escuela virtual 1.500 directivos de empresas como BBVA o Endesa, cifra que la institución prevé duplicar en lo que queda de 2002. La experiencia ha servido a los responsables del proyecto, al frente del cual está Joaquín Uribarri, para aprender algunas lecciones de Internet como herramienta de formación. Entre éstas destacan la necesidad de combinar los contenidos online con las clases en vivo y en directo; la conveniencia de desarrollar programas a medida de las empresas, en lugar de colgar cursos estándar en la Red o conseguir que los alumnos no se aburran y abandonen a las primeras de cambio. El resultado será, si se cumplen las previsiones, una facturación de tres millones de euros en 2002 y la entrada en beneficios en el segundo semestre de 2003.

Por la experiencia en Internet de esta escuela de negocios han pasado ya 1.500 directivos de empresas como el BBVA o Endesa

Si se cumplen las previsiones, la empresa facturará tres millones de euros este año y entrará en beneficios a finales de 2003

Para que no se les olvide la conexión con el mundo real, los 60 empleados de ielearning.net, que es 100% propiedad del IE, trabajan con vistas a la sede de la escuela en Madrid, al otro lado de la calle. Aunque el medio varía, la filosofía es compartida de ahí que el coste de los cursos no sean significativamente más bajo, explica Uribarri. Los ahorros son indirectos, vía viajes o alojamiento.

En el catálogo actual figura el International Executive MBA y en octubre empezarán los primeros seminarios virtuales abiertos a los directivos y de temas muy específicos de finanzas, tecnología o competencias.

La gran apuesta es por la formación in company, a medida de cada empresa. Entre los alumnos de estos cursos se encuentran 500 empleados del BBVA. Lo normal en este caso son cursos que exigen al participante entre cuatro y seis horas semanales de esfuerzo y que se desarrollan mano a mano con el departamento de Recursos Humanos de la empresa en cuestión. 'Este trabajo nos lleva alrededor de cinco meses', explica Uribarri.

Estos cursos combinan la formación online (entre el 75% y el 80%) con las clases presenciales a cargo de profesores del IE. En el caso del MBA, por ejemplo, los alumnos empiezan con dos semanas en Madrid, prosigue durante seis meses a través del ordenador, otras dos semanas en Miami (Estados Unidos), seis meses más en Internet y se cierra con dos semanas en Madrid.

La experiencia de los dos primeros años de funcionamiento es satisfactoria, a pesar de los números de la empresa. El grado de seguimiento de los cursos es altísimo -sólo abandona uno de cada 25 alumnos-, los participantes crean fuertes redes de colaboración e intercambio y muestran mayor capacidad de análisis.

Estas lecciones llegan después de lo que Uribarri llama 'la resaca de la primera oleada del e-learning', después de que las grandes empresas españolas gastaran cantidades importantes en dotarse de potentes plataformas tecnológicas -los famosos campus virtuales- y de colgar de ellas 'espectaculares cursos multimedia'.