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Cinco de las siete cárceles de Madrid cuentan con más presos de lo que permite su capacidad

Muchos extranjeros son recluidos fuera de la Comunidad para descongestionar las prisiones

Cinco de las más importantes prisiones de Madrid albergan a más internos de lo que sus instalaciones permiten. Se trata de Alcalá Meco,Valdemoro, Navalcarnero, Soto del Real y Aranjuez. En los últimos 18 meses, las prisiones madrileñas han incrementado en un 10% su población reclusa, al pasar de los 6.273 internos que cobijaban a finales de diciembre de 2000 a los 6.961 de hace una semana; de éstos, el 40% eran internos extranjeros, y casi la mitad, preventivos. Para descongestionar los penales de la región, muchos extranjeros penados han sido trasladados a cárceles de otras comunidades limítrofes. Prisiones admite que hay un exceso de ocupación en algunas cárceles madrileñas.

La pasada semana, los penales madrileños albergaban a 6.961 presos, según datos facilitados por fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior. La más saturada de todas ellas es la de Soto de Real, que sólo dispone de 1.157 plazas y que ahora acoge a 1.598 internos. De éstos, 910 (más de 50%) son extranjeros y 1.004 se hallan en situación de presos preventivos (están a la espera de ser juzgados). La de Soto es la cárcel que hace ahora las funciones de la extinta de Carabanchel y, básicamente, es una prisión destinada a reclusos preventivos.

La prisión de Valdemoro también está muy por encima de sus posibilidades. Ahora cuenta con 1.263 internos (719 preventivos y 544 penados), pese a que fue construida para 980 plazas; 740 de ellos son extranjeros. En diciembre de 2000 esta prisión acogía a 1.133 personas. En la de Navalcarnero ocurre algo similar. Ahora cobija a 1.051 presos, pese a que fue construida con 892 plazas. De los 1.051 presos, 211 eran extranjeros, y hace 18 meses albergaba a 978 reclusos.

En las prisiones en las que la cifra de internos supera la de plazas existen literas. Lo ideal es que haya una celda por cada interno. Pero eso, en este momento, sólo es un anhelo. 'Ahora mismo se entiende que una cárcel funciona razonablemente bien si tiene dobladas [con literas] no más del 50% de sus celdas, lo que sólo ocurre en algun caso', explican las citadas fuentes.

Alcalá Meco y Aranjuez

Otra de las prisiones madrileñas en las que existe saturación es la de Alcalá Meco. Esta cárcel de máxima seguridad fue construida con 683 plazas, aunque ahora contabiliza 926 internos, frente a los 788 que acogía el 29 de diciembre de 2000. De sus 925 reclusos, 382 son extranjeros. También están saturadas, aunque en menor medida, las prisiones de Alcalá Mujeres, que ha pasado de las 319 internas de diciembre de 2000 a las 405 de ahora; y la de Aranjuez, que alberga a 1.291 personas (frente a las 1.153 que tenía hace 18 meses), pese a que fue construida con 1.157 plazas. De los 1.291 presos que hay ahora en Aranjuez, 277 son extranjeros.

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El centro de régimen abierto Victoria Kent (para internos que sólo van a la cárcel a pernoctar porque trabajan durante el día) tiene 430 reclusos (112 extranjeros), pese a que su número de plazas es de 419.

Datos oficiales revelan que un 42% (2.791) de los reclusos que albergan las prisiones madrileñas (6.961) son preventivos; es decir, que están a la esperan de su juicio. Extranjeros son un 40% de ellos.

En Madrid, la tercera Comunidad de España, tras Andalucía y Cataluña, en número de internos, existen siete prisiones. Y son insuficientes. Prisiones ha pedido al Gobierno que apruebe la construcción de tres nuevos centros en España. Uno de ellos sería para Madrid.

De hecho, las prisiones que se ubican en la Comunidad de Madrid contarían con muchos más reclusos de los que albergan ahora si no fuera porque Prisiones está trasladando a cárceles de Castilla y León a buena parte de los internos extranjeros. Prisiones se escuda en que carecen de arraigo familiar y domicilio fijo en Madrid; es decir, permanecen en cárceles madrileñas mientras están preventivos, pero, una vez juzgados y condenados, se les traslada a prisiones de regiones vecinas menos saturadas.

Por ley, lo ideal es que el autor de un delito cumpla su condena cerca del lugar donde ha sido condenado y próximo a su familia. Pero, como sus familiares suelen vivir en países extranjeros, se les traslada a prisiones alejadas de la Comunidad de Madrid.

2.300 reclusos por juzgado

Los tres jueces de vigilancia penitenciaria de Madrid están saturados de trabajo. No dan abasto. Si hay casi 7.000 presos en Madrid, ello quiere decir que tocan a unos 2.300 reclusos por juzgado, a pesar de que el propio Consejo General del Poder Judicial ha recomendado que ningún juez de vigilancia atienda a más de 1.000 reclusos. Los magistrados de vigilancia llevan años pidiendo un cuarto juzgado, pero sin éxito. Esta petición la han trasladado a la sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que, a su vez, la ha elevado al Consejo del Poder Judicial y al ministerio. Pero ese cuarto juzgado sigue sin llegar. La saturación de trabajo de los juzgados de vigilancia repercute en los presos, que ven cómo los jueces tardan varios meses en poder resolver sus peticiones carcelarias. La Sección Quinta de la Audiencia de Madrid, que es la que tramita los recursos de los presos frente a las resoluciones de los juzgados de vigilancia penitenciaria, resolvió el año pasado más de 2.000 recursos, cuando hace apenas unos años el total de recursos que llegaba a la Audiencia no superaba el medio millar. 'El hecho de que los presos recurran a la vía judicial frente a las decisiones de sus respectivas prisiones quiere decir que confían en las resoluciones de los jueces y que ven detrás de sus muros salidas legales a sus reivindicaciones', afirman fuentes jurídicas. Respecto a la saturación carcelaria de internos, fuentes de Prisiones admiten que hay exceso de ocupación en algunas cárceles madrileñas. Explican que es debido a que la capital concentra tribunales de ámbito nacional (Audiencia Nacional, Tribunal Supremo), donde son juzgados ciudadanos de otras comunidades y países. También obedece a que es la sede del aeropuerto internacional de Barajas, lugar de entrada de buena parte de los traficantes de droga extranjeros. No obstante, estas fuentes matizan que hay prisiones que disponen de secciones abiertas para presos en otros lugares. Por ejemplo, la de Alcalá- Meco. Este centro dispone de una sección abierta, con 40 o 50 internos, en Guadalajara. 'Físicamente no están en Alcalá-Meco, sino en Guadalajara, aunque se cuentan dentro del censo de la de Alcalá', destacan estas fuentes. 'Igual ocurre con la de Valdemoro, que también dispone de un edificio aparte para los internos sometidos a régimen abierto'.

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