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LA HUELGA GENERAL DEL 20-J

Sevilla, ante su semana más grande

La cumbre de la UE, las manifestaciones y la huelga del 20-J hacen temer una semana de caos

Francisco Peregil

Aún faltan cinco días para que se inicie la cumbre de la Unión Europea en Sevilla. Pero ya se ha trastocado la fisonomía de la ciudad y ya se han hecho patentes los estragos en la vida diaria.

Los 15 países de la Unión más los 12 que han solicitado su ingreso enviarán a Sevilla a unos 2.500 delegados. Cuatro mil periodistas cubrirán el acontecimiento y 6.000 agentes intentarán mantener el orden en la ciudad. Hay previstas unas once manifestaciones, desde la más multitudinaria, que se prevé para el sábado y se calcula que atraiga a unas 100.000 personas, pasando por una de mujeres iraníes, hasta otra de los policías municipales sevillanos. Y encima, los convocantes de la mayor manifestación, la del sábado, y el delegado del Gobierno, José Torres Hurtado, no se ponen de acuerdo sobre el itinerario. 'Teníamos previsto quitar contenedores de basuras para evitar que hubiera incidentes, pero como no sabemos por dónde van a ir los manifestantes, no podemos quitarlos', señala el portavoz de la Delegación del Gobierno.

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Los alrededores del hotel donde se alojarán los políticos más poderosos de la cumbre han sido vallados desde hace dos semanas. Y las calles cortadas al tráfico, excepto para taxis y autobuses.

Pero ni taxis ni autobuses se libran de las retenciones que provocaron el viernes los controles de la Guardia Civil en los principales accesos de la ciudad cuando más calor hacía: a las tres de la tarde. 'La autovía de Córdoba', comenta un taxista, 'la redujeron a un carril. A los coches que les parecían sospechosos los apartaban al arcén. Pero hubo un momento en que los arcenes estaban llenos. Y claro, tenían que seguir inspeccionando los camiones también. Para ver qué llevaban dentro, había que abrir las cámaras de los camiones en mitad de la carretera. Con lo cual, el atasco era inmenso'. Hubo retenciones de hasta cinco horas.

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Ayer, casi todos las autoridades sevillanas con quien contactó o intentó contactar este periódico se encontraban fuera de Sevilla. 'Tomando fuerzas para los días que se avecinan', decían algunos.

Uno de los pocos que permanecían en la ciudad era el defensor del pueblo andaluz, José Chamizo. Ayer se reunió durante varias horas con 17 representantes de los 400 inmigrantes que están encerrados desde el lunes en la Universidad Pablo de Olavide, en las afueras de la ciudad. 'Llevarle allí será fácil. El problema para mí será volver. Ya verá cómo hay un control policial', dijo. Y en efecto, había un control y dos kilómetros de coches intentando entrar en Sevilla.

El defensor del pueblo andaluz salía triste de la reunión con los inmigrantes en la universidad: 'Alguien le está ocultando la verdad a esta gente. Nadie les ha dicho claramente que el Gobierno no piensa darles los papeles'.

Lo mismo que el defensor pensaba Mina Rhoueh, médico de origen marroquí responsable de una ONG para el cuidado sanitario de inmigrantes. 'Alguien no está dando la cara aquí', declaró la doctora. 'Alguien que no tiene nada que perder ha traido a esta pobre gente a la boca del lobo. Y si ellos tenían pocas posibilidades de quedarse en España, ahora tendrán menos.'

Decio Machado, español de origen brasileño y trabajador de una ONG en Huelva, se encontraba ayer junto a los inmigrantes.

-¿Por qué se eligió esta universidad y esta semana para encerrarse?

-Barajamos hacerlo en iglesias y otros organismos públicos. Pero éramos conscientes de que esta universidad había expresado sensibilidad por los inmigrantes con cursos y jornadas.

-Cuando dice 'barajamos', ¿a quién se refiere?

-A los inmigrantes que ya se habían organizado en asamblea en Lepe y a la red de apoyo, que la forman 50 o 60 personas de afiliaciones políticas muy diversas.

-¿Y por qué esta semana para encerrarse?

-Porque el 31 de mayo se terminó la temporada de la fresa en Huelva y allí no se nos hacía mucho caso. Pero cuando empezamos a hablar de movilizarnos ni siquiera sabíamos que el eje de la cumbre de la Unión Europea iba a ser la inmigración. Es absurdo que el Gobierno intente buscar fantasmas donde no los hay'.

Al margen de los inmigrantes, lo que en los últimos días ha acaparado más atención de los medios en Sevilla es la manifestación que el Foro Social de Sevilla ha convocado para el próximo sábado, 22 de mayo, dos días después de la huelga general. El Foro es una plataforma que echó andar hace unos meses cuando varios colectivos y personas que no se identificaban con ningún grupo ni asociación decidieron unirse para luchar contra la guerra de Afganistán.

El Foro propuso al delegado del Gobierno un itinerario que transcurría por la ronda que circunvala el casco histórico de Sevilloa. Pero el delegado rechazó ese recorrido y propuso otro por la calle de Torneo, frente al recinto que albergó la Expo de 1992 . El Foro recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, y éste rechazó el recurso.

'En realidad, la policía sabe que ante un acontecimiento indeseado la calle de Torneo, el recorrido que propone el delegado, es un embudo: hacia un lado sólo hay calles estrechas y hacia el otro el río', señala Antonio Rodrigo Torrijos, miembro de la ejecutiva confederal de CC OO y representante del sindicato en el Foro. 'Además, allí sólo nos verían los peces del río. Yo ya me desvinculo de la manifestación a la que nos obliga el delegado de Gobierno y digo que la manifestación por la calle de Torneo la encabece el delegado del Gobierno si quiere', añade Rodriga Torrijos.

'¿El Gobierno nos va a decir por dónde se va a manifestar la gente?', se pregunta Joaquín Rías, portavoz del Foro. ¿Y nos van a pintar las pancartas y nos van a ordenar lo que tenemos que decir?'.

'Es la primera vez en más de diez años que en Sevilla se prohíbe una manifestación. Estamos en una situación en que se ve el recorte de libertades como algo natural. Se interrumpen las clases en la universidad; el edificio central de la Universidad de Sevilla se valla y, a partir de mañana, se aplazan los exámenes una semana. En las escuelas, la Junta ha decidido terminar una semana antes. Y además: los controles en la carretera. El delegado del Gobierno nos prometió que no iba a haberlos. Pero con la excusa de la lucha antiterrrorista se están cercenando derechos fundamentales de las personas. Están asustando a la gente para restarnos participación, para que el sevillano no salga a la calle', añade Rías.

Y por si todas esas movilizaciones fueran pocas, no hay que olvidar la huelga del día 20. Pedro Rodríguez, presidente del comité de empresa de CC OO en el hotel Alfonso XIII, donde se alojarán los principales dignatarios de la cumbre, sostiene que en su hotel la huelga ha sido aprobada por absoluta mayoría. 'Las 146 habitaciones estaban ocupadas para ese día. Pero como se retrasaron, dólo los subsecretarios y personal de seguridad están alojados el día 20. Los altos dignatarios llegarán al día siguiente porque se retrasan los vuelos', dice.

'Estamos agobiados por el tema de la seguridad. Con las vallas que han puesto dos semanas antes de la cumbre, un número enorme de policías, de control, de vigilancia... Hemos tenido la cumbre de la OTAN hace unos años, 60 casas reales en el hotel cuando la boda de la Infanta y no había tanta sensación de inseguridad y de miedo', concluía el sindicalista del hotel Alfonso XIII.

Algunos sevillanos ya han decidido dejar la ciudad esta semana. 'El que pueda se irá a su casa en Villanueva del Trabuco', comentaba un taxista, 'pero es que el que puede lo puede todo y todo le da lo mismo'.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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