Zaplana se opone a una reforma del Estatuto que contemple la disolución anticipada de las Cortes

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, renunció ayer a llegar tan lejos como el PSOE en la reforma del Estatuto de Autonomía y aseguró que la inclusión de la capacidad plena de disolución de las Cortes Valencianas es una cuestión que 'no está madura'. El jefe del Consell, que en varias ocasiones había dicho que llegaría tan lejos como los socialistas en la posible reforma estatutaria, puso en duda el respaldo público de José Luis Rodríguez Zapatero a la posición del PSPV y de su secretario general, Joan Ignasi Pla, que reclama la capacidad de disolución plena.

El lunes por la tarde, el presidente de la Generalitat vio superada su posición táctica en la discusión sobre la reforma del Estatuto de Autonomía cuando el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró en Quart de Poblet que la dirección federal socialista 'respalda las tesis' de Joan Ignasi Pla que reclama la inclusión de la capacidad plena de disolución de las Cortes Valencianas. Ayer Eduardo Zaplana optó por no dar verosimilitud al respaldo de Zapatero al secretario general del PSPV y por responsabilizar a los socialistas de haber cerrado mal la negociación sobre el autogobierno de los valencianos durante la transición. 'Me hubiese gustado que Zapatero hubiese dicho que respalda la convocatoria de elecciones [en la Comunidad Valenciana] sin ningún tipo de limitaciones, pero eso no lo dice. Si el Partido Socialista tuviera despejado eso se habría adelantado con alguna iniciativa', dijo el presidente de la Generalitat. Pese al respaldo de Zapatero a la posición del PSPV, Eduardo Zaplana insistió en que 'el quid de la cuestión es que las direcciones nacionales de los partidos, no sólo de nuestros partidos, pero también, no son proclives a la convocatoria sin ningún tipo de limitación de procesos electorales'.

El dirigente del PP en la Comunidad Valenciana explicó que la inclusión del derecho de autodisolución de las Cortes Valencianas sin límite 'implicaría que sería reclamado por otras comunidades autónomas como Navarra, que ha sido pragmática y ha reformado su Estatuto en todo menos en eso, y Canarias'. 'Y si se suman tres comunidades autónomas, piensan las direcciones nacionales [de los partidos] que puede haber un proceso electoral continuado en toda España', argumentó Zaplana. El presidente de la Generalitat añadió que en el resto de cuestiones que se podrían incluir en la reforma estatutaria, como la definición de comunidad histórica, 'no hay límites'.

'Mi planteamiento es que si esa cuestión [la capacidad de disolución plena] no está madura se aparca, sin renunciar a ella, y se aprueba todo lo demás', argumentó el dirigente del PP. Zaplana se definió como 'pragmático' y manifestó que, si la reforma estatutaria se plantea en términos de 'todo o nada', prefiere quedarse en un paso intermedio. 'A mí me gusta ir avanzando', sentenció Zaplana, que añadió: 'Pero si quieren les engaño y les digo que Aznar me ha dicho que sí [a la capacidad plena de disolución de las Cortes Valencianas]'.

Sin embargo, Zaplana no quiso comprometerse a presentar ninguna iniciativa sobre la reforma del Estatuto, tal y como emplazó al PP el líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero. 'Para qué voy a presentar una iniciativa ¿para que fracase?', señaló Zaplana, que pidió que 'si hay limitaciones en Madrid vamos a reconocerlas'.

En sus declaraciones a los periodistas, Eduardo Zaplana responsabilizó a los socialistas de que se mantenga todavía el debate político sobre el nivel de autogobierno de los valencianos. 'Los que ahora se quejan son los que apoyaron un Estatuto que no tiene condiciones razonables para la Comunidad Valenciana', prosiguió Zaplana, que afirmó: 'Si en aquel momento hubieran sido menos flexibles y más fuertes, y hubieran defendido más los intereses de la Comunidad Valenciana, hoy no tendríamos este debate atascado y aparcado en nuestra Comunidad, que no lo tiene ninguna otra comunidad'.

El dirigente popular responsabilizó al sector nacionalista del Partido Socialista, 'que ejerce una influencia intelectual', de la posición de este partido contraria a dejar de lado la capacidad plena de disolución en la reforma del Estatuto de Autonomía.