PÍLDORAS

Infecciones por lentillas

Casi uno de cada 13 usuarios de lentes de contacto blandas presenta pequeñas abrasiones en al menos uno de los ojos lo bastante

graves como para originar infecciones u otros problemas oculares, de acuerdo con un nuevo estudio realizado con 500 personas y publicado en el Journal of Optometry and Vision Science. Las microerosiones corneales pueden ocurrirle a cualquiera, con independencia de que use o no lentes de contacto, afirma Kelly Nichols, uno de los autores del estudio y profesor de optometría en la Universidad estatal de Ohio (EE UU). Sin embargo, la gente que lleva lentillas es particularmente susceptible a este tipo de abrasiones si no limpian y sustituyen sus lentes con regularidad. Con todo, advierte que el riesgo de desarrollar problemas oculares graves por usar lentes de contacto es realmente muy bajo, y este tipo de corrección visual puede considerarse muy seguro si se siguen las normas de uso adecuadas.

Dieta y colesterol

La alimentación pobre en grasas y la

llamada dieta mediterránea (pobre en grasas animales y rica en aceite de oliva, frutas, vegetales e hidratos de carbono complejos) ayudan a reducir los niveles de colesterol, tanto más cuanto más elevada es la cifra de colesterol de partida, de acuerdo con un estudio realizado en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. En general, las concentraciones de colesterol se pueden modificar por la composición de la grasa que se ingiere, aunque la respuesta es siempre individual y extraordinariamente variable. En esta variabilidad influyen, entre otros factores, el cumplimiento del tratamiento dietético, el cambio del peso corporal durante el periodo de evaluación, la composición de la dieta, ciertas mutaciones genéticas y el consumo de tabaco. En este trabajo, realizado en la unidad de lípidos del Reina Sofía, se ha estudiado la influencia de las dietas hipolipemiantes sobre el colesterol malo o de baja densidad (LDL) en varones con hipercolestrolemia. Y los resultados muestran que estas dietas consiguen reducir las cifras de colesterol, aunque sólo se logran normalizar los valores en un 17% de los casos. Con todo, el estudio confirma que la dieta debe ser el tratamiento inicial (Medicina Clínica, 25 de mayo)

Lactancia y obesidad

La lactancia materna puede disminuir el riesgo de obesidad infantil hasta en un 30%, según un nuevo estudio con 32.000 niños escoceses. 'Nuestros hallazgos sugieren que la lactancia materna está asociada con una modesta disminución del riesgo de obesidad infantil', afirma John Reilly, del Hospital Real de Niños Enfermos, en Glasgow (Escocia). El impacto de la leche materna en la obesidad se evidencia en la niñez temprana y podría tener implicaciones para las estrategias contra la obesidad, un trastorno que ha alcanzado proporciones epidémicas en muchos países industrializados. Los niños obesos tienden a convertirse en adultos obesos y corren un riesgo mayor de desarrollar diabetes, cardiopatía, sufrir accidentes cerebrovasculares y otras afecciones asociadas con la gordura. 'La lactancia materna es, por consiguiente, potencialmente útil para las estrategias destinadas a la prevención de la obesidad, especialmente por los otros beneficios que ofrece', añade Reilly. (The Lancet, 8 de junio).