Siria se desmarca

Imad Barakat, Abu Dadhdah, y la mayoría de los detenidos el pasado mes de noviembre en España por su presunta relación con Al Qaeda (La Base) y los atentados del 11-S son de origen sirio, aunque nacionalizados españoles. Residen en Madrid y otras ciudades desde hace más de una década, están casados con españolas y tienen hijos, aunque todavía conservan a sus familiares en Siria, país en el que, según fuentes diplomáticas, tienen prohibida la entrada.

Varios de sus letrados intentaron recientemente mantener una entrevista con el embajador sirio en Madrid, Mohesnbilal, para solicitarle ayuda humanitaria relacionada con el envío de los documentos que necesitan para su defensa, pero hasta el momento no lo han conseguido. Aunque uno de los abogados asegura que se les había dado cita con el embajador para el 14 de mayo, la secretaria de éste lo niega. 'Que pretendieran una cita es diferente a que tuvieran una cita. No tenemos prevista ninguna entrevista con estas personas', dice.

Prohibida la entrada

Fuentes diplomáticas de la embajada siria se desmarcan de los detenidos y aseguran que desde hace años tienen prohibida la entrada en su país porque, señala una fuente autorizada, salieron hace años como miembros del grupo integrista Hermanos Musulmanes y ya no volvieron. 'No mantienen ningún vínculo con nosotros. Son ciudadanos españoles y punto. Pregunte usted al Gobierno español'.

Varios abogados niegan que sus clientes pertenezcan a los Hermanos Musulmanes y que tengan prohibida la entrada en Siria. Informes policiales de la Comisaría General de Información señalan que Barakat, de 38 años, y otros miembros de su grupo, Los Soldados de Alá, tenían prohibida la entrada en su país, aunque no especifican el porqué.

Hace varias semanas, la abogada de Barakat renunció a su defensa por supuestas 'presiones' y la familia del sirio busca nuevo letrado.