Un cardenal de EE UU pedirá a sus curas los antecedentes y las huellas

En carta abierta en la prensa, el cardenal arzobispo de Los Ángeles, Roger Mahony, pide tolerancia cero con los sacerdotes culpables de abuso sexual a menores y propone que se tomen las huellas digitales y se investigue el pasado de los candidatos a seminaristas. Mahony, acusado de hacer la vista gorda en varios casos de pederastia, expondrá sus ideas ante los arzobispos estadounidenses la próxima semana, en Dallas.

Mahony, que encabeza la comunidad católica más numerosa de EE UU, descarta excepciones y excusas. 'La tolerancia cero se aplica al pasado, al presente y al futuro', dice en una carta que debían publicar hoy tres periódicos de California, Los Angeles Times, Daily News y La Nación. Sus propuestas son algo más severas que las planteadas el pasado martes por otro grupo de arzobispos que apoyan permitir seguir ejerciendo a un sacerdote si es culpable de sólo un acto de abuso con menores en el pasado y son partidarios de que se aplique la tolerancia cero sin atenuantes a partir de ahora.

'El abuso sexual es un mal muy grave, un pecado y un crimen', repite Mahony. 'No será tolerado y no habrá excepciones'. Asegura que cooperará con las autoridades y pedirá tomar las huellas e investigar los antecedentes penales de todo candidato al seminario. Los sacerdotes sospechosos serán inmediatamente suspendidos y denunciados a la policía. Mahony anuncia que está creando un comité de 15 miembros que 'tendrá poderes especiales para revisar y endurecer' sus programas 'para acabar con los abusos sexuales'.

La archidiócesis de Los Ángeles es, con Boston, una de las más afectadas por la reciente ola de denuncias sexuales. Más de 30 curas están siendo investigados por abusos a menores. La iniciativa del prelado obedece a la denuncia de una víctima que en diciembre se saldó con una indemnización de 5,2 millones de dólares -5,57 millones de euros- y la obligación de introducir 11 cambios en la archidiócesis, entre ellos la tolerancia cero. Mahony fue demandado hace unas semanas por hacer la vista gorda con uno de sus curas acusado de pederastia por cuatro de sus víctimas. El prelado admitió que conocía el caso pero prefirió ocultar el escándalo.

Para mejorar su imagen, la archidiócesis de Los Ángeles ha contratado a una de las firmas de relaciones públicas más cotizadas de Hollywood, Sitrick, que propuso la idea de la carta abierta.