El Ayuntamiento ha recaudado 245 millones de euros en tres años por la venta de suelo

El gobierno municipal de Madrid, del PP, ha recaudado 245,6 millones de euros (40.870 millones de pesetas) por la venta de suelo desde 1999. Las ventas se han incrementado hasta el punto de que en 2001 la recaudación (119,8 millones) cuadruplicó la obtenida sólo dos años antes (29,3 millones). En el balance de toda la legislatura, a esos 245,6 millones de euros habrá que sumar al menos otros 162 millones (27.000 millones de pesetas) por las enajenaciones previstas este año por la Gerencia de Urbanismo. Hace apenas una semana, el presidente José María Aznar y el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, anunciaron para después del verano un pacto nacional con autonomías y ayuntamientos para frenar la subida del precio de la vivienda, a la que contribuyen directamente las subastas de suelo público.

El anuncio de un pacto nacional sobre el suelo para frenar el encarecimiento de los pisos se produjo en unas jornadas convocadas por la Asociación de Promotores y Constructores de España, donde Aznar responsabilizó de los altos precios de la vivienda a las comunidades y a los ayuntamientos. El PP gobierna en ocho de las 17 autonomías y en 28 capitales de provincia. En los últimos cinco años, el precio de los pisos de nueva construcción subió en Madrid un 68,8%, según las consultora inmobiliaria Grupo i.

Pero el segundo teniente de alcalde y responsable de Urbanismo, Ignacio del Río, no se siente corcenido por los planes del Gobierno central: 'De aquí a final de mandato mantendremos los criterios de política de suelo que estamos desarrollando', afirma Del Río cuando se le pregunta sobre las repercusiones que ese pacto puede tener sobre la subasta de suelo en la capital.

Los grupos de la oposición, PSOE e IU, han denunciado reiteradamente que ese sistema ha encarecido el suelo para viviendas al poner los terrenos en manos del mejor postor. Desde el gobierno municipal se justifica la enajenación de parcelas como un medio de financiar las actividades de la corporación: 'Si no se vende suelo, habría que subir los impuestos', suele decir el edil de Hacienda, Pedro Bujidos.

Y la gestión realizada por el PP en el gobierno municipal no deja lugar a dudas respecto al papel que juega la venta de suelo: de 29,3 millones de euros (4.885 millones de pesetas) recaudados en 1999 se ha pasado a casi 120 millones de euros (119.938 millones de pesetas) en 2001.

Al margen del PP

En el año 2000, en la caja del Ayuntamiento entraron 96,4 millones de euros por venta de parcelas, y para el presente ejercicio los ingresos previstos por ese concepto en el presupuesto de la Gerencia Municipal de Urbanismo son de 162 millones de euros (27.000 millones de pesetas). Es decir, casi 5,5 veces más que lo recaudado cuando comenzó la actual legislatura. La mayor parte de los terrenos vendidos hasta ahora eran de uso residencial y sobre ellos se podrían levantar 3.343 viviendas, según IU.

'Después del encuentro de Aznar y Cascos con los promotores parece evidente que el gobierno municipal tiene una política propia al margen del PP. El pacto que plantea el Gobierno central tendría que significar un parón en la política de subastas que está haciendo Del Río', dice Inés Sabanés, portavoz de IU.

Lejos de considerar que la enajenación de terrenos ha contribuido a la carestía de los pisos, el edil de Urbanismo se muestra convencido de que en su gestión ha actuado como moderador del mercado: '¿Cuál sería el precio del suelo en Madrid y cuánto costarían las viviendas si yo no hubiera puesto estos terrenos en el mercado?', inquiere. La respuesta se la han dado reiteradamente desde los bancos de la oposición. 'El sistema de subasta es perverso. La venta de parcelas municipales representa el 68% de los ingresos de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Sería mejor que el alcalde, en vez de vender los terrenos, construyera viviendas sociales a través de la Empresa Municipal de la Vivienda', afirma la edil socialista Matilde Fernández.

Para evitar el efecto perverso de la subasta de parcelas, la nueva Ley del Suelo, aprobada por la Asamblea regional en julio de 2001, prohíbe la enajenación de terrenos públicos mediante el sistema de subasta. Pero Del Río usa un sistema con el que cree poder eludir las restricciones de la ley: la Gerencia de Urbanismo va a vender varias parcelas por concurso público con un pliego de condiciones que lo convierte, de hecho, en una subasta encubierta, según Sabanés. Para la adjudicación de las distintas parcelas se han establecido seis criterios de valoración, siendo la oferta económica el que más puntúa. Es decir, que la empresa que más dinero ofrezca al Ayuntamiento se quedará con el terreno.