Los felinos del Canal

Desde aquellos tiempos lejanos cuando la toma de Magerit, a los madrileños se nos llama gatos. Los gatos son para Madrid un símbolo como el oso y el madroño. El cartel del Museo Madrileño de Arte Contemporáneo luce un hermoso gato negro. Pero, en esta era de Internet, todavía quedan mandamases más dignos de ser coleguillas de Torquemada que de ser meros habitantes de un país culto, civilizado y respetuoso con el medio ambiente, como debe ser cualquier país europeo que se precie.

Me estoy refiriendo en este caso a don Arturo Canalda, el gerente del Canal de Isabel II, que, en un alarde prepotente e inhumano, ha dictado orden de eliminar a los ya clásicos felinos que desde hace décadas tienen allí su hogar, llegando incluso a ordenar derribar las casetas que su antecesor en el cargo, Carlos Mayor Oreja, había mandado construir para ellos, movido por el respeto a los animales.

Don Arturo argumenta su sentencia en el peligro de enfermedades que los bichos pudieran llegar a propagar. Algo que, desde aquí, puedo decir que es rotundamente falso, tal y como sentencia un segundo informe emitido por la Facultad de Veterinaria de Madrid. Informe que ha sido solicitado por el director general de Agricultura y que dictamina claramente que los gatos no sólo no perjudican en modo alguno ningún aspecto sanitario de dichas instalaciones, sino que, por el contrario, debe evitarse su eliminación, porque desvirtuaría el efecto ecológico de la zona. Eso sin olvidar que, con su permanencia, los felinos erradican las ratas, que sí constituyen un auténtico y peligroso foco de infección. Sería mucho más inteligente mantener esa colonia felina sana y esterilizada para evitar la masificación y permitirnos gozar a los madrileños de la belleza, gracia y elegancia de los castizos félidos.

¿Hasta dónde llegará la sinrazón de este Gobierno, que nos niega una ley de protección animal? ¿Por qué no ponerse a la altura del Bundestag alemán, que ha incluido la protección animal en su Constitución, y dar un poco de ejemplo de 'europeísmo' desde el estrado de su presidencia? Gandhi dijo: 'La cultura de un pueblo se mide por la forma en que trata a sus animales'. Anóteselo en su cuaderno de tapas azules, señor Aznar, mientras decide qué hacer con la tremenda avalancha de firmas que exigen una ley que permita que los animales sean respetados.