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Reportaje:

Un caro y 'sexista' choque laboral

La compañía donostiarra de autobuses obliga a una conductora a pagar los daños de un siniestro

'Injusta, discriminatoria, sexista, absurda...' Son algunos de los calificativos lanzados contra una de las últimas decisiones del gerente de la Compañía del Tranvía de San Sebastián, Enrique Isusi. Una conductora eventual de la empresa de autobuses urbanos tendrá que abonar casi 6.000 euros por los desperfectos que sufrió su vehículo tras chocar con otro autocar de la compañía. Por si esto fuera poco, la empleada, de unos 26 años, ha quedado fuera de la bolsa de trabajo de la empresa durante tres meses. Tras este periodo, será colocada en el último lugar de una lista de 17 nombres, pese a que hasta ahora se encontraba en los puestos intermedios.

Sus compañeros están indignados y sospechan que esto no hubiera ocurrido si se tratara de un hombre. Exigen que la empresa vuelva a contratar a la conductora y le exima de pagar el importe de los daños. La exigencia no quedará en palabras. Los conductores han convocado paros intermitentes a partir del próximo día 10, entre diez y once de la mañana y cuatro y cinco de la tarde. Si el conflicto no se resuelve, los paros continuarán el día 17, entre doce y una del mediodía y ocho y nueve de la tarde.

La protesta irá acompañada por una 'huelga de celo'. Los conductores, tal como establece el Código de Circulación, no superarán los 50 kilómetros por hora, de manera que los horarios habituales se verán resentidos. El vicepresidente del comité de empresa, Jesús Mur, aseguró ayer que la conductora, 'una joven que prácticamente está empezando su vida laboral', está 'psicológicamente hundida'.

El accidente se produjo el pasado 15 de mayo en el centro de la ciudad. La joven, según relató Mur, se encontraba en las cocheras municipales cuando se le encargó que trasladase un autobús 'viejo' al Boulevard, lo sustituyera allí por un vehículo nuevo y condujera éste último otra vez a las cocheras. Todo ello ante el temor de que pudiera haber incidentes y resultara dañado el vehículo. Pero cuando la conductora emprendió la maniobra de salida, algo falló y chocó contra el autobús que tenía delante. La trabajadora sufrió un traumatismo cervical y la luna de la unidad que conducía resultó rota.

'Un chantaje'

Mur -acompañado por representantes del comité de empresa, compuesto por UGT, CCOO, ELA y el sindicato Kurpil- afirmó ayer que el accidente no fue fruto de 'una negligencia' de la conductora. Aunque no descartó que pudiera haber 'un fallo humano', apuntó a 'una confluencia de circunstancias', entre las que destacó que la joven, con experiencia en otra compañía, conducía un autobús de 'nueva tecnología' para el que los trabajadores, y menos los eventuales, no han sido formados debidamente, aseguró. En este modelo de vehículo, los empleados han apreciado ya la existencia de algunos 'fallos' técnicos.

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El caso es que a la conductora se la acababa ese mismo día su contrato y la empresa no se lo ha renovado. El gerente, en primera instancia, informó a la joven de que no se le iba a renovar más y de que tenía que pagar los daños del autobús, que se estiman en unos 6.000 euros, ya que la póliza de seguros de la compañía no cubre los accidentes entre sus propios vehículos, según explicó Mur. Tras la intervención del comité de empresa, Isusi varió la oferta: no renovaba el contrato a la chófer durante 90 días y podía pagar los desperfectos durante doce meses. La joven aceptó.

'La chica se agarra a lo que sea, pero nosotros creemos que es un chantaje', subrayó Mur, tras comentar que 'cualquier trabajador puede estropear sin querer el material de trabajo'. Pero la cosa no quedó ahí. El comité vislumbra una posible discriminación por razón de sexo. Como ejemplo, expuso el caso reciente de un trabajador eventual que rozó un autobús en cocheras y al que se le ofreció pagar el 50% del desperfecto. E incluso otros casos de conductores en los que 'no ha pasado nada'. 'Es una discriminación contra esta trabajadora y un atropello contra los trabajadores en general', apostilló. El alcalde, Odón Elorza, señaló que hará gestiones para tratar de evitar los paros, al tiempo que espera que la situación se resuelva.

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