Sobre la asistencia sanitaria
No soy ni inmigrante ni parada, colectivos a los que nuestro Gobierno ha vapuleado suficientemente durante las últimas semanas. Tampoco he faltado a mis obligaciones con el Estado, ni la Comunidad Autónoma de Madrid. Soy sencillamente una mujer que ha solicitado el pasado día 7 de mayo, y por indicación de mi médico de cabecera, asistencia ginecológica en el ambulatorio Carmen Calzado, de Alcalá de Henares. Solicitada en la ven
tanilla de dicho ambulatorio hora y día para dicha consulta, se me informa de que no existen horas disponibles ni para lo que resta de 2002 ni para todo el año 2003, y que, por tanto, no existe la posibilidad de dicha consulta. Ante tal respuesta, formulo reclamación número 2.749 ante el Área de Salud número 3 de Atención Primaria de Alcalá de Henares.
No creo que exagere mucho si afirmo que ningún español se merece esto, que es injusto y que resulta alarmante que en un país que preside la UE, y en el que sus máximos representantes hacen declaraciones públicas de aparente calado político, se den situaciones como la que he descrito, que ridiculizan y degradan a instituciones estatales completas.
Supongo que a estas alturas de la legislatura es inútil echar las culpas de que cosas como ésta ocurran a la titular de Sanidad. Ya ha demostrado sobradamente, y en cosas tan importantes como la que yo denuncio, su clara insolvencia, grave incompetencia y facilidad supina para alarmismos cargados de ignorancia. Quizás el tema es más relevante de lo que parece. Sospecho que de manera sibilina, y acorde con la ideología conservadora y neoliberal de nuestro Gobierno, se consigue el triunfal déficit cero a base de recortes sociales básicos, retrasos injustificados en la financiación de los proyectos de investigación y leyes de enseñanza enmascaradas de supuesta calidad, que en realidad encubren recortes importantes de los presupuestos públicos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.