'En México ha habido cambio de Gobierno, no transición'

Elba Esther Gordillo es una de las mujeres más poderosas de México. En febrero pasado fue elegida secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), apeado hace dos años de la Presidencia de la República y empeñado ahora en recuperar la hegemonía ejercida durante más de siete décadas en el país de habla hispana más poblado del planeta. 'Todavía no salimos del enorme impacto que la derrota electoral ocasionó, individual y colectivamente en el priísmo', afirma Gordillo en una entrevista con EL PAÍS. Esta política chiapaneca subraya que el PRI sigue siendo una pieza clave en la estructura política mexicana y que su participación es esencial para sacar adelante la transición que encabeza el presidente Vicente Fox. Maestra de profesión y amiga personal del primer mandatario, Gordillo lideró durante años el poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (SNTE), en el que sigue ejerciendo gran influencia.

'No fuimos derrotados por un partido, sino por un personaje que se llama Vicente Fox'

Pregunta. La transición mexicana está paralizada por los desacuerdos entre el Gobierno y el Congreso.

Respuesta. En primer lugar diré que en México ha habido varias transiciones. Una medular es la política, y ésta aún no se ha dado. Hubo un cambio de Gobierno federal y una derrota de mi partido en las elecciones a la Presidencia de la República, pero la transición, la que obliga a llegar a acuerdos y redefinir el sistema político, aún no está. Y tiene que ver con varios factores: uno muy importante es que todavía no salimos del enorme impacto que la derrota electoral ocasionó, individual y colectivamente, en el priísmo. Estamos atolondrados, confusos... y también en el partido hay varias corrientes, algunas que todavía ven hacia atrás, que piensan que todo pasado fue mejor, y otros que estamos tratando de mirar hacia el futuro, conscientes de que la política es negociar acuerdos, ceder en algunas cosas para ganar otras, sin que necesariamente signifique claudicación. Necesitamos construir en el país una cultura democrática. Todos los partidos pasamos por una crisis de identidad, requerimos una redefinición ideológica que permita a la sociedad saber cuál es nuestra oferta. Como dice Roberto Madrazo [presidente del PRI], nosotros aún no aprendimos a hacer una oposición eficaz y el PAN no acierta a ser el partido del Gobierno.

P. ¿Qué cambios se están produciendo en su partido?

R. Todavía no acaba de nacer el PRI que queremos. Eso quiere decir que tenemos pendientes acuerdos internos, diálogo con gobernadores, con legisladores, fuerzas reales, obreros, con los sectores agrarios... aún no resolvemos el despegue del partido hacia el futuro.

P. ¿Cómo piensa el PRI recuperar el poder?

R. Fuimos nosotros quienes perdimos la presidencia. En otras palabras, no adecuamos nuestro reloj a tiempo con la historia mexicana, con las realidades del mundo y los requerimientos de la sociedad mexicana. No hicimos la campaña que requería el momento y no fuimos derrotados por un partido, sino por un personaje, que se llama Vicente Fox. Hay un asunto fundamental: definir por qué votar por el PRI. No sólo por su experiencia, que la hay, o por su capacidad política, que la tenemos como ningún partido, sino porque aprendimos la lección, porque hemos tenido la capacidad de decir: nos hemos equivocado, no más corrupción, y la corrupción no sólo es el mal manejo de los recursos, sino la ineficacia en la administración.

P. ¿Que expectativas tiene su partido ante las elecciones legislativas de 2003?

R. Nuestra meta es ganar la mayoría absoluta. Trabajando se puede lograr, pero antes debemos demostrar a la sociedad que hemos entendido la lección, que estamos dispuestos no sólo a pedir disculpas o perdón, sino a asumir el compromiso de ser un interlocutor eficaz y garantizar que el Estado de derecho prime en el país.

P. ¿Cómo definiría la línea ideológica del nuevo PRI?

R. Nuestra constitución nos dio un programa, que es el social, que no hemos cumplido. Tendremos que trabajar por ello. Somos un partido demócrata, yo diría socialdemócrata.

P. ¿Qué ha sido de la revolución educativa prometida por Fox?

R. Creo que el más importante cambio en materia educativa que se produjo en mi país tuvo lugar con un Gobierno priísta, cuando se federalizó la educación y se firmó el acuerdo nacional para lograr la calidad, en 1992. Logramos un federalismo que permite la rectoría del Estado sobre una educación laica, pública y gratuita. En el sexenio anterior tuvimos una baja en los salarios y en la inversión de las entidades federativas. Hoy se ha recompuesto esa relación. Hemos propuesto un nuevo acuerdo por la educación pública, porque en materia financiera el presupuesto no da. Si la educación es el eje de las transformaciones, no sólo en el orden productivo, sino en el desarrollo pleno del ser humano, creo que la mayor inversión debe estar ahí. El presidente Fox se comprometió a destinar a la educación el 8% del PIB . Faltan inversiones en los Estados de Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero... Creo que el Gobierno ha hecho un esfuerzo en materia de financiación. Se han logrado algunos acuerdos importantes, pero la gran transformación, el que la educación realmente sea prioridad nacional, aún no la logramos.

P. ¿Piensa presentarse a las elecciones presidenciales en 2006?

R. Es muy temprano para hablar de esas cosas. Es posible que dentro de 4 años el PRI tenga los o las mejores candidatas para contender por la Presidencia de la República, que, estoy convencida, podemos ganar. Tenemos la responsabilidad histórica de hacerlo.