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Reportaje:Mundial 2002

El misterio de Gwangju

Camacho dice que fomenta dudas en los jugadores para mantener la tensión competitiva y la disciplina

Diego Torres

Se contraen los rostros de los jugadores y se amontonan los lesionados en la enfermería. José Antonio Camacho eleva los decibelios de sus órdenes y los vídeos de Eslovenia calientan la pantalla de la sala de proyecciones del hotel Seobu. Es lo que quiere el seleccionador: ansiedad y dudas para mantener la tensión competitiva y, de paso, la disciplina. La Copa del Mundo le pisa los talones a España y el clima de la concentración se endurece. 'Queremos que empiece esto y, además, que empiece ya', dice el inquieto De Pedro abriendo mucho los ojos.

A la selección le quedan dos días de entrenamiento en el fortín de Ulsan. Ayer acometió una exhaustiva sesión de estrategia y ejercicios físicos. El sábado se desplazará a Gwangju, en el extremo suroeste del país. Y hasta el mismo domingo por la tarde -el debú será a las 20.00, hora local- nadie conocerá si jugará ni cómo deberá hacerlo. 'Lo intuyen, porque eso te lo hueles por lo que haces en el entrenamiento', explicó el técnico; 'pero no es lo mismo intuirlo a que te digan: 'Juegas' o 'no juegas'.

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Camacho ha decidido los once titulares que pondrá ante Eslovenia, aparte las lesiones o los contratiempos de última hora. Pero no se lo comunicará a los jugadores para garantizar una estancia pacífica hasta el día del partido, según una costumbre que respeta desde hace años. De lo contrario, considera, algunos podrían sentirse agraviados. 'Imagínese', explica; 'que si uno sabe que no va a jugar y tiene que bajar a comer a las dos..., pues a lo mejor dice: 'Que baje tu madre', y baja 15 minutos tarde. Y, si le dices a uno que no juega y luego el que iba a ser titular se te lesiona, sabe mal decirle: 'Oye, que sí juegas'.

El sistema táctico de España, no demasiado entrenado por falta de tiempo, es un 4-4-2 convertible a un 4-3-2-1. Esto es lo que mejor se saben los futbolistas, que repasan vídeos de Eslovenia desde el martes por la noche. Las cintas reflejan cómo se defiende y cómo ataca el equipo alpino. Camacho convoca a los jugadores un par de veces al día para explicarles quién tira las faltas, quién va de cabeza, en qué zonas y qué jugadores conviene marcar según el momento. El entrenador ha dirigido las charlas a mostrar el juego del adversario y a intentar transmitir su idea de los movimientos colectivos que debe hacer España cada vez que pierda o recupere el balón. ¿Pero quiénes jugarán? ¿En qué banda? ¿En qué posición? Muchos no lo saben, pero, como dice Camacho, 'lo intuyen'.

Después de una sesión de vídeo, los jugadores ensayaron ayer movimientos tácticos en el campo para dirigir la presión de forma coordinada. Del entrenamiento intuyeron la alineación del domingo. Esto es, que Helguera no sólo no jugará en el centro del campo, sino que, en favor de Nadal, probablemente ni juegue. El acompañante de Hierro no está definido. Puyol será el lateral derecho y Romero gana enteros para ubicarse en el izquierdo. Baraja jugará por la derecha, Valerón y Albelda lo harán en el medio y Mendieta se volcará a la izquierda. Raúl jugará por detrás de Tristán, muy metido entre los centrales contrarios.

'La alineación la diré en el hotel, antes de salir hacia el estadio', avisa Camacho; 'ésa ha sido siempre mi costumbre. Primero, porque en el hotel tenemos pizarra y allí quizá no la tengamos. No conocemos las instalaciones'.

'Luego, en el campo, veremos la alineación del rival y, en base a ella, daré otra charla', puntualiza Camacho, 'y ordenaremos los marcajes: quién defiende a quién en las jugadas a balón parado, quién va al primer palo, quién al segundo, etcétera, etcétera...'.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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