Baraja sufre un esguince leve y similar al de Morientes

'Tiene toda la pinta de ser como la lesión de Morientes', dijo ayer uno de los traumatólogos de la selección española al ver que Baraja dejaba el entrenamiento doliéndose de su tobillo izquierdo. El centrocampista del Valencia, el futbolista que, según el propio seleccionador, José Antonio Camacho, debe 'explotar' en este campeonato, se marchó muy contrariado a la enfermería cuando faltaban diez minutos para que terminase la intensa sesión física y táctica.

El martes había sido Morientes, el delantero del Madrid, el que debió dejar el terreno a la pata coja, con el tobillo derecho vendado y metido en una bolsa de hielo, tras haber pisado mal. Pero ayer ya hizo carrera continua y, al igual que en el caso de Baraja, los médicos esperan que esté disponible para el próximo domingo, para el primer partido de España: contra Eslovenia, en Gwangju.

'Ha sido un pequeño susto, pero no ha pasado a mayores', comentó después Baraja con un inequívoco gesto de alivio. 'He hecho un movimiento un poco violento y... Pero no tendrá mayor trascendencia. Lo que pasa es que me marché muy cabreado porque estoy trabajando para poder jugar y estas cosillas suponen un contratiempo muy lamentable'.

Ésa es la diferencia entre Baraja y Morientes. Uno se entrena para asegurarse el puesto y el otro sólo por si las moscas. Muy lesionado tendría que estar Baraja para que Camacho no le incluyese entre los once que jugarán de entrada contra el conjunto esloveno. Su papel en el equipo se prevé fundamental para dar oxígeno a un medio campo que deberá trabajar a destajo en la defensa.

Multiplicar el recorrido

Si el seleccionador insiste en jugar con Valerón de enganche, por detrás de los dos delanteros, Baraja deberá multiplicar su recorrido, sobre todo para repetir un movimiento que ha preparado durante toda la semana: meterse rápidamente entre los centrales cada vez que España pierda la pelota.

'A los sistemas los hacen buenos los jugadores', dijo ayer el valencianista con ese discurso sutil que manejan los futbolistas para no comprometerse. 'Depende de la actitud y las ganas de hacer bueno ese sistema. En la temporada pasada, con Héctor Cúper en el banquillo, yo jugaba de ese modo, por delante de la cobertura'.

Baraja sabe que, junto a otros dos volantes, Camacho le utilizará para sostener todo el planteamiento, no para lucirse individualmente. Así es que cuando le preguntaron si él sería el líder del medio campo, se quitó los galones y apuntó hacia el deportivista Valerón sin mencionarlo: 'Cada uno va a tener de alguna manera su trabajo específico dentro del rectángulo de juego. Si a mi me tocase hacer esa función, tendría que asumir la responsabilidad correspondiente'.