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Crónica:Mundial 2002 | España arranca con triunfo
Crónica
Texto informativo con interpretación

Luces y sombras

El partido osciló entre el magnífico rendimiento de De Pedro y las mayores decepciones de Diego Tristán y Nadal

Santiago Segurola

Casillas. Empalmó directamente con la final de Glasgow. Un felino despeje en el tercer minuto de partido salvó de muchos problemas a la selección española. Apenas tuvo otro trabajo que rechazar un remate de Zahovic. Sin responsabilidad en el gol esloveno.

Puyol. Pasó una mala noche frente al calvo Rudonja, un extremo rápido que complicó la vida al lateral español, menos firme de lo que es habitual en el marcaje. Ocupado en tareas defensivas, no progresó ni una vez por la banda derecha.

Hierro. No fue exigido casi nunca. Ni tuvo protagonismo en el aspecto defensivo, ni en la construcción del juego. Sólo en los últimos minutos, cuando Eslovenia jugó con dos delanteros centro, se vio apurado por su falta de rapidez.

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Nadal. Camacho le destacó, pero dejó una sensación preocupante. Perdió los papeles en los últimos minutos frente a los poderosos y torpes delanteros eslovenos. Le faltó velocidad y cintura. Tampoco garantizó dominio aéreo.

Juanfran. Perdió la oportunidad de hacer un agujero a los eslovenos, que sólo contaban con Novak para defender su costado derecho. Con De Pedro enchufado, el dos contra uno era tan evidente que causó perplejidad su renuncia. No tuvo ningún peso en el partido.

Luis Enrique. Se situó en la raya derecha. Inoperante mientras se ajustó a las consignas tácticas. Decisivo cuando se saltó el libreto e irrumpió por todo el ataque. De repente fue rápido, ágil y directo. Está fuera de su sitio cuando tiene que jugar de extremo puro.

Baraja. Su voluntariosa actuación como medio centro no impide pensar que no es su puesto natural. Funciona mejor cuando puede desengancharse y llegar a las posiciones de ataque. No pudo hacerlo porque ejerció de hombre ancla.

Valerón. Tuvo detalles, aunque se vio superado por el exceso de obligaciones tácticas cuando jugó con Baraja en el medio. A pesar de la fatiga, demostró sus grandes condiciones cuando se adelantó a la media punta. Su gol, ejemplar.

De Pedro. La noticia más positiva del partido. Siempre bajo sospecha por sus discretas actuaciones en la selección, respondió ayer con una excelente. Remató, pasó y se involucró en el juego. Le falta desborde, pero ante Eslovenia suplió esta carencia con su precisión como pasador, acreditado en el soberbio segundo gol.

Raúl. No fue el más completo de sus partidos. Sin embargo, no falló donde se ha hecho famoso. Su gol fue extraordinario por el ingenio en el amago de regate y por la astucia en el remate. Generoso en el despliegue físico y en la ayuda a los centrocampistas.

Tristán. El caso contrario a De Pedro. Fracasó en todos los aspectos. Lento y ofuscado, se enredó con la pelota en las pocas veces que intentó superar a los defensas eslovenos. No remató, ni tuvo la oportunidad de hacerlo.

Morientes. No hizo grandes cosas, pero tiene todo el derecho a sentirse titular en la comparación con Tristán. Fue más agresivo que de costumbre. Protagonizó la jugada del penalti.

Helguera. Sustituyó a Luis Enrique para fortalecer la línea media y liberar a Valerón. Es posible que su próxima función sea como defensa central, a la vista de las dificultades que atravesó Nadal.

Romero. Será titular tras la lesión de Juanfran. No tuvo demasiado tiempo para entrar en la dinámica del partido. Aun así, se incorporó al ataque con más frecuencia que el jugador del Celta.

Morientes caza a Valerón para felicitarle tras el 2-0 de España.
Morientes caza a Valerón para felicitarle tras el 2-0 de España.ASSOCIATED PRESS

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