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Barcelona quiere reunir en 2004 el Parlamento de las Religiones del Mundo

Escocia pugna por organizar la convocatoria en Glasgow y Edimburgo

Barcelona pugna con Glasgow y Edimburgo para albergar en 2004 la asamblea del Parlamento de las Religiones del Mundo. Surgido en Chicago en 1893, este foro de reflexión sobre los grandes problemas de la humanidad sólo se ha reunido en otras dos ocasiones: 100 años después, en 1993, en la misma ciudad norteamericana, y en 1999 en Ciudad del Cabo. La eventual asamblea de Barcelona, a la que serían convocados representantes de todas las tradiciones religiosas del mundo, trataría de profundizar en la aplicación de los postulados de la Declaración de Ética Mundial aprobada hace ahora nueve años en Chicago.

La iniciativa de acoger en Barcelona la cuarta asamblea del Parlamento de las Religiones del Mundo surge del poso dejado por la experiencia olímpica del Centro Abraham. Un acuerdo entre el alcalde y el arzobispo de Barcelona, entonces Pasqual Maragall y Narcís Jubany, respectivamente, propició la construcción de un templo pluriconfesional destinado a prestar servicio religioso a todos los participantes en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 1992 y a los turistas que durante aquellos días visitaran la ciudad.

El Centro Abraham, ubicado en un característico edificio en forma de pez que se alza en la Villa Olímpica, acogió a católicos, protestantes, judíos, musulmanes y budistas. Terminados los Juegos, quienes habían puesto algún empeño en la continuidad de la iniciativa vieron frustrado su deseo: el nuevo titular del arzobispado de Barcelona, Ricard Maria Carles, ordenó la conversión del Centro Abraham en la parroquia del Patriarca Abraham. Le asistía el derecho derivado del acuerdo alcanzado en su día entre Maragall y Jubany: el Ayuntamiento cedería el solar y el Arzobispado levantaría el templo que, finalizados los Juegos, quedaría de su propiedad. En cualquier caso, la existencia de templos pluriconfesionales como el Centro Abraham no es frecuente en Europa: existe una iglesia ecuménica en Zúrich y sendos templos interreligiosos en Lausana y Marsella.

Personas vinculadas en su día a aquella iniciativa, pertenecientes a las diferentes religiones con implantación en la ciudad, trabajan ahora -junto con representantes de la Generalitat y el Ayuntamiento- para lograr que el Parlamento de las Religiones del Mundo celebre su cuarta asamblea en Barcelona, y que ésta se lleve a cabo en 2004, en el marco de la programación del Fòrum.

Con sede en Chicago, presidido en la actualidad por el protestante norteamericano Dirk Sicca, el Parlamento de las Religiones del Mundo no es la única plataforma destinada a potenciar el diálogo interreligioso. Con un poder de convocatoria y credibilidad similar, aunque quizá con menor repercusión pública, la Conferencia Mundial de las Regiones por la Paz o la Iniciativa de las Religiones Unidas trabaja también para buscar fórmulas de entendimiento entre las tradiciones religiosas.

En la asamblea celebrada en 1999 en Ciudad del Cabo, el Parlamento de las Religiones del Mundo logró reunir a más de 7.000 personas que profundizaron en el debate de la Declaración de Ética Mundial aprobada seis años antes en Chicago. Este texto, que recoge lo que en estos momentos tienen en común todas las religiones del planeta y cuyo texto íntegro ha sido publicado en España por la editorial Trotta, será también debatido y actualizado en Barcelona si finalmente Sicca y su consejo aceptan el ofrecimiento de la ciudad para albergar la asamblea de 2004. Con una duración, en principio, de entre siete y diez días, los encuentros del Parlamento incluyen la celebración de toda clase de ceremonias religiosas, así como la organización de conciertos y exposiciones. Temas como el aborto o la homosexualidad son también objeto de diálogo entre los representantes de las diferentes creencias. La decisión sobre el lugar de celebración de la cuarta asamblea del Parlamento se tomará en la segunda quincena del próximo mes de junio.

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