Air Catalunya denuncia al Ejecutivo de CiU por atentar contra la competencia en la línea Madrid-Girona

Un usuario que vaya de Girona a Madrid (o a la inversa) con la compañía Air Catalunya tiene que pagar 117 euros (19.467 pesetas). Si prefiere hacerlo con la compañía Intermed pagará 147 euros, a pesar de que esta segunda empresa cuenta con subvenciones del Departamento de Política Territorial, que dirige Felip Puig. Esta situación es la que ha llevado a la sociedad Air Catalunya a presentar dos denuncias, una en Bruselas y otra en España, por lo que considera un atentado contra la libre competencia. No pide subvención para sus vuelos, sino que se deje de subvencionar a la compañía rival.

El Gobierno catalán, a través de Política Territorial, mantuvo el pasado año conversaciones con diversas empresas aéreas para lograr restablecer el servicio entre Madrid y Girona, una vez que la compañía que lo prestaba desistió de hacerlo por considerarlo poco rentable. En aquel momento, la ocupación media de la línea era de 23 pasajeros diarios. El Ejecutivo que preside Jordi Pujol buscaba una compañía que ofreciera un vuelo regular, algo que no interesa a Air Catalunya. Ésta vuela cada día entre Girona y Madrid con aviones que tienen una capacidad de 22 plazas, y lo hace como vuelo chárter bajo bandera danesa y también como aerotaxi, con absoluta regularidad, según fuentes de AENA. Su ocupación media en el mes largo que lleva operando es del 58%, lo que supone que optan por ella diariamente unas 14 personas.

Intermed (Intermediación Aérea, SL), empresa finalmente subvencionada, ofrece dos vuelos regulares diarios en cada sentido, y el aparato que realiza el trayecto es de 50 plazas. Pero la ocupación es mucho menor, del 16,5%, lo que significa que ha llevado, de media, ocho pasajeros. Un portavoz de la empresa reconoció que algunos trayectos se han recorrido con el avión vacío en lo que a pasaje se refiere.

Ricard Alcaraz, consejero delegado de Air Catalunya, asegura: 'Nos reunimos con un director general que incluso nos dijo que podían ayudarnos económicamente. Esto era, más o menos, en octubre. Luego ni siquiera nos volvieron a llamar'. Y añade que no entiende que el dinero de los catalanes sirva para subvencionar a una empresa deficitaria en una ruta que no tiene por qué ser deficitaria, como, afirma, ellos están demostrando.

Alcaraz expresa su extrañeza ante el hecho de que uno de los directivos de la compañía subvencionada proceda de una empresa vinculada al propio Departamento de Política Territorial. Se trata de Joan Comabella, que trabajó durante un tiempo en Ferrocarrils de la Generalitat, un dato que fue confirmado a este diario por un portavoz de Intermed, que reconoció también la exactitud de las cifras de ocupación.

El Departamento de Política Territorial sostiene que todo es legal. El convenio entre Intermed y el Gobierno catalán no es público ya que no se hizo ningún tipo de concurso. Los responsables del departamento mantuvieron las reuniones que creyeron oportunas y luego decidieron subvencionar a quien les pareció. El portavoz de Política Territorial asegura que no hubo más candidaturas. Pero hubo al menos una que ofrecía cubrir la línea sin subvenciones. Intermed recibe también subvención de la Diputación de Girona. Un portavoz de la institución justificó la aportación de fondos públicos a esta empresa diciendo: 'Nos fiamos de lo que nos dijo el Gobierno catalán'.