'Hemos aplazado la salida a Bolsa'
El grupo Chupa-Chups refuerza su apuesta de futuro en el sector del tabaco
La empresa de caramelos con palo, Chupa-Chups, la multinacional española con más poder de marca, despliega el 96% de su negocio en más de 150 países. En la actualidad, sólo un 4% de lo que el grupo fabrica se vende en el territorio español. Su presidente, Xavier Bernat, consolida la segunda generación del grupo familiar.
Pregunta. ¿En qué países tiene más éxito su caramelo?
Respuesta. Depende de si hablamos de Chupa-Chups o hablamos de Smint, pero nuestros principales mercados corresponden a países de la UE. Siempre se habla mucho de China, de los países del Este, pero donde llevamos muchos años implantados comercialmente es en Europa.
P. O sea, que en Alemania o en Inglaterra también se consumen sus caramelos?
'Llevamos años pleiteando contra la nueva Tabacalera. Estamos dispuestos a romper el monopolio de la distribución de tabaco'
'La segunda generación de los Bernat es un cambio radical. Hemos pasado del gobierno de una sola persona al consejo de familia'
R. Chupa-Chups es una marca muy introducida en Inglaterra, y sobre todo en los lugares donde circula la juventud. Es un producto que, además de estar presente en las tiendas tradicionales, lo regalan o lo venden en las discotecas; está en las tiendas de moda, en las tiendas Diesel, además de en las gasolineras y supermercados.
P. ¿El consumo de Chupa- Chups se ha convertido en una alternativa para los ex fumadores?
R. Uno de los motivos de la expansión de los caramelos con palo en muchos países es que, a partir de una cierta edad, los ex fumadores necesitan distraerse con alguna cosa. En Australia, por ejemplo, estamos haciendo campañas de publicidad ligando el no fumar con el Chupa-Chups.
P.¿ Y no tienen pleitos con las compañías tabaqueras?
R. No, en absoluto. No decimos 'Deje de fumar' tal o cual marca de cigarrillos. Sólo decimos: cambie el cigarrillo por un caramelo con palo.
P. ¿Chupa-Chups es una marca que se ha convertido en genérico como Coca-Cola?
R. No siempre. En Estados Unidos existe la palabra lollipop, que significa caramelo con palo. Pero, aquí es un nombre que no existe o es excesivamente largo. Así, a lo que antes llamaban pirulí ahora se le llama Chupa-Chups. Sin embargo, nuestro éxito en mercados emergentes, como Rusia se debe a que hemos sido los primeros en introducir este producto.
P. ¿Quién inventó el Chupa- Chups?
R. El caramelo con un asidero, con un palo de madera, existe en forma artesanal desde hace siglos. El desarrollo industrial de este caramelo fue realizado por mi padre, Enric Bernat, fundador de Chupa-Chups.
P. ¿Dónde nació la idea?
R. En Asturias. Enric Bernat adquirió allí una empresa que fabricaba muchísimos productos, entre otros un caramelo elaborado con una máquina estiradora; se elaboraba un cordón de caramelo, y había una cadena de 400 mujeres que lo cortaban con tijeras, como los puros. Después, con guantes sólidos, se envolvía y se le ponía el palito; todo esto caliente, porque el caramelo cuando se forma está a 80 o 100 grados.
P. ¿Ésta fue la primera fábrica de Chupa-Chups que existió?
R. Más que una fábrica esto fue el inicio de un proyecto empresarial. Más tarde, a comienzos de los sesenta, desarrollamos un concepto industrial. Ya entonces Chupa-Chups adquirió la sociedad Construcciones Mecánicas Seuva, que se convirtió en Cofipack, que es nuestra compañía de I+D, donde desarrollamos nuestra propia tecnología de productos del sector del caramelo.
P. ¿Cómo se financia Chupa- Chups cuando quiere construir una planta nueva o adquirir una mercado?
R. Con una combinación de todo menos el recurso a la Bolsa. No es fobia a la Bolsa. En nuestro caso lo tenemos previsto para más adelante, pero lo hemos aplazado porque el contexto bursátil actual no es el de hace tres o cuatro años, cuando planeábamos la posible salida al mercado de valores, y será diferente dentro de tres o cuatro años, plazo en el que esperamos alcanzar el tamaño crítico para el éxito de una OPV.
P. Usted es un empresario de segunda generación. Se encontró la empresa hecha. ¿Tratará de crecer en volumen?
R. La obligación de cualquier sucesor es hacer la compañía mucho más grande. Durante los primeros 30 años de la compañía hasta los años noventa, era mi padre el que decidía absolutamente todo. La segunda generación supone un cambio radical en el gobierno de la compañía: ha dejado de ser una sola persona la que toma las decisiones y la propiedad y el poder han pasado al consejo de familia, mientras que la gestión del día a día pertenece a los equipos profesionales.
P. ¿Quién compone este consejo de familia?
R. Mis hermanos y yo mismo.
P. ¿Tienen los Bernat protocolo para regular la sucesión en la empresa?
R. Lo elaboramos hace unos cuantos años. Ahora que nos hemos liberado de lo que era el día a día de la gestión estamos en el proceso de analizar exactamente cómo lo desarrollamos. Lo hicimos como otras muchas compañías, hace tiempo y con el mejor espíritu, pero creo que faltos de tiempo para reflexionar. Yo fui nombrado presidente en 1998 por el consejo de administración. Ya desempeñaba la vicepresidencia en los últimos 10 años. Siempre hemos sido una compañía muy focalizada y lo cierto es que en los más de 40 años de historia llevamos como 35 vendiendo un solo producto, que es Chupa-Chups, y sólo ocho años extendiendo nuestra gama a productos como Smint, u otras marcas, que incluyen conceptos de caramelos y juguetes combinados.
P. ¿Y quién comanda el equipo de gestión en este momento?
R. Juan José Pérez Cuesta, que ha sido el director general en Francia de Danone, en la que fue el primer español que ha desempeñado este cargo. Se incorporará a nuestra empresa el próximo uno de junio.
P. ¿Cuál es la estructura del grupo?
R. La compañía está organizada en tres segmentos. Primero, la confitería de niños y jóvenes, que es una división muy estable. El segundo segmento está compuesto por lo que llamamos el mundo de las novedades, que es todo lo que tiene relación con licencias, que puede ser Pokémon y mañana Harry Potter, La guerra de las galaxias o cualquier tema caliente del momento para la juventud, y los candy toys , los caramelos ligados a juguetes. Y el tercer segmento engloba la confitería para adultos, en el que en estos momentos hay un solo producto, que es Smint, con muchas variedades y desarrollos, pero tenemos la previsión es lanzar alguna marca más.
P. ¿Cuál es su apuesta de futuro al margen del caramelo?
R. Diferenciamos el negocio de la confitería y otras inversiones de la familia Bernat. Somos accionistas, no mayoritarios, pero sí de referencia, de McLane España, la única compañía, fuera de Altadis, que tiene permiso para distribuir tabaco. Llevamos años y años pleiteando contra Tabacalera, contra Altadis, y no perdemos la esperanza de conseguir romper este monopolio de la distribución del tabaco.
P. ¿Se mantendrán en el mercad del tabaco?
R. McLane España es una asociación entre dos grandes compañías y nuestro holding familiar. Uno de nuestros socios es Lekerland, de Alemania, que factura alrededor del billón de pesetas, casi como el Corte Inglés. El otro socio es McLane International, una filial de Wall-Mart de EE., líder mundial de la distribución. McLane España es el primer distribuidor también de toda una gama de productos bastante extensa con 6.000 referencias. Nuestra perspectiva ahora es vender tabaco. Queremos captar un 10% del mercado de tabaco, que está valorado en 100.000 millones de pesetas de facturación.
La segunda marca del mundo
Con una facturación de 412 millones de euros, Chupa Chups es la segunda marca de caramelos del mundo después de Halls, según el ranking del sector elaborado por Euromonitor. Halls es el número uno, sobre todo gracias a su fuerte presencia de muchos años en países como Brasil, China y Estados Unidos, en los que Chupa Chups tiene establecidas sus principales cabezas de puente. Por facturación a precio de venta al público, Chupa Chups ocupa el décimo lugar de las empresas del sector global de la confitería, después de Krafft Foods, Mershey, Perfetti-Van Melle, Adams, Haribo, Netslé, CadburyMars y CSM. Chupa Chups tiene 40 años de historia. Al principio, el mercado español suponía el 90% de la facturación de la empresa, pero en poco tiempo pasó a significar apenas el 10%. La segunda etapa, entre los años setenta y ochenta, estuvo marcada por el crecimiento exponencial de las exportaciones. La tercera, acelerada a lo largo de los noventa, fue la de la internacionalización. Chupa Chups tiene un total de ocho fábricas en países como Rusia, China, Estados Unidos, Brasil, México y Francia, mientras que en Esapaña cuenta con sólo tres factorías. En los noventa, la etapa marcada por la gestión de Xavier Bernat, la empresa ha ido creciendo a base de montar industrias locales potentes, 'lo que nos permite acceder a mercados extranjeros no como un producto importado, no como un producto que hace frente a todas las cargas y aranceles que protegen la industria doméstica de muchos países, sino como un producto fabricado en el país de destino', señala el actual presidente de la empresa. Al margen de los grandes del sector, Chupa Chups compite básicamente con pequeños fábricantes locales en los países en los que tiene presencia. Después de un crecimiento gradual, que primero prioriza la penetración comercial en nuevos mercados para dar paso después al despliegue industrial, el grupo ha alcanzado éxitos como el del mercado francés, donde tiene una cuota del 80%. Bernat destaca que este modus operandi ha permitido a su empresa 'alcanzar un crecimiento anual medio del 20%'. En España, la compañía controla casi el 70% de mercado, pero existen otros 60 fabricantes más que hacen caramelos con palo. El segundo de estos fabricantes, después de Chupa Chups, tiene el 10% de cuota, el tercero el 3% y el cuarto el 1%.
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