Salen de prisión los últimos cuatro insumisos de la mili
Su excarcelación se produce cinco meses después de la despenalización del delito
Los últimos cuatro insumisos al servicio militar obligatorio salieron ayer de la cárcel, 24 horas después de la entrada en vigor de la ley orgánica que reforma el Código Penal ordinario y el militar para suprimir los artículos dedicados a la negativa a cumplir el servicio militar y la prestación sustitutoria y a la deserción de reclutas de reemplazo. Tres personas en Madrid y una más en Bilbao recogieron a las 11 en la prisión sus certificados de libertad, que les eximen de cumplir el resto de la condena, cinco meses después de que el Gobierno decretara la despenalización de su delito.
Actualmente, disfrutaban del tercer grado penitenciario (pernoctar en la cárcel y fines de semana libres). Los cuatro fueron condenados a dos años y cuatro meses de prisión por un delito de deserción, dentro de la justicia militar. Tras generalizarse las concesiones de objeción de conciencia por parte del Ministerio de Justicia, la estrategia de no acudir a la llamada a filas fue sustituida por otra denominada 'insumisión en los cuarteles'. Se trataba de ir a la mili para abandonar el destino inmediatamente, como 'denuncia' del Ejército.
'No sabemos qué pasa con nuestros antecedentes', afirmaron, a pesar de la anulación de la condena. Según un informe del Consejo General de Poder Judicial sobre la ley, los antecedentes no se cancelan si no se ordena expresamente. En la comunicación recogida ayer por los cuatro insumisos no se hace referencia a este punto.
Media docena de personas pertenecientes al grupo antimilitarista Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) esperaban a los insumisos Alberto Estefanía, Óscar Cervera y Javier Rodríguez a la puerta de la prisión militar de Alcalá de Henares. Según el MOC, al que pertenecen también los cuatro liberados ayer, queda aún un quinto insumiso en la cárcel de Basauri. Su delito, sin embargo, es allanamiento de propiedad militar, un tipo de acción que se engloba dentro de la estrategia de este grupo.
A la misma hora que los tres activistas de Madrid se presentaban a los medios a la salida de la cárcel, José Ignacio Royo Prieto, de 27 años, lo hacía en la puerta de la prisión de Basauri (Vizcaya). Allí le esperaban compañeros del MOC. Royo afirmó que la insumisión, organizada desde 1989, según los activistas, 'ha contribuido a propiciar la muerte de la educación militar', y esgrimió como prueba el hecho de que 'la profesionalización del Ejército es un fracaso'.
Según el MOC, desde 1989 ha habido unos 50.000 insumisos al servicio militar obligatorio, de los que unos mil han pasado por la cárcel.
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