La Alcazaba de Málaga sigue sin piezas arqueológicas al año de su apertura
El nuevo proyecto expositivo municipal puede desbloquear la situación
En abril de 2001 se abrió al público la Alcazaba de Málaga tras 10 años de obras y más de seis millones de euros invertidos por la Junta en la recuperación de la fortaleza árabe. En el edificio se instalaron 17 vitrinas para exponer piezas arqueológicas que ayudaran a la comprensión del monumento. Un año después de su reapertura, las vitrinas permanecen vacías por la falta de acuerdo entre Ayuntamiento y Junta sobre las piezas que deben llenarlas.
El pasado jueves pareció verse la salida al bloqueo en que se encuentra el espacio expositivo de la Alcazaba. Algunos medios de comunicación publicaron que la Junta aceptaba el segundo proyecto museológico que presentado por el Ayuntamiento a principios de este mes. Sin embargo, la concejala de Cultura, Ana Rico (PP), aseguró no haber recibido comunicación oficial por parte de Cultura.
En febrero de 2002, Rico y la delegada de la Junta, Rosa Torres, se reunieron tras el rechazo de la primera propuesta del Consistorio. 'La idea de la Junta era que tras la rehabilitación, la Alcazaba tuviera una muestra que sirviera para comprender el edificio islámico y su contexto. Un espacio de difusión y ayuda a la visita', cuenta Torres. 'Pero las piezas del Museo Arqueológico sólo pueden salir en préstamos a otros museos y la Alcazaba no es un museo sino un espacio expositivo. Además había otras dificultades a la hora de prestar las piezas que el Ayuntamiento nos pedía porque la Ley de Patrimonio obliga a no disgregar las colecciones de los museos', añade.
La Junta ofreció un listado alternativo. 'El Ayuntamiento quería llevar la época islámica del Bellas Artes, lo mejor de esa parte histórica, a la Alcazaba. Pedían lo más vistoso', asegura Torres. Con un listado alternativo el Ayuntamiento elaboró su segundo proyecto expositivo, que aún se encuentra en manos de la Junta. Este informe ha de pasar por la Dirección General de Patrimonio Histórico y por el Ministerio de Cultura.
'Nosotros pedimos lo mejor y nos dijeron que no. Según ellos se rompería el discurso expositivo, aunque estamos hablando de piezas que se encuentran embaladas en unos almacenes sin fecha para ser mostradas en ningún museo', responde Ana Rico, concejala de Cultura. 'Nos han dado la posibilidad de elegir piezas menores y hemos tenido que reconducir nuestro discurso, que ahora es eminentemente didáctico. Completaremos las salas con reproducciones, maquetas y paneles', agrega. El Ayuntamiento acudió al gabinete didáctico del Museo Arqueológico Nacional. 'Nos han ayudado a hacer esta última propuesta para que fuera incuestionable', explica Rico.
Un estudio de 2000 del Museo de Málaga describía los contenidos que debían tener las salas de la fortaleza que comenzó a construir en el siglo X Abd Al-Rahman para evitar ataques de piratas. Primero se expondría cerámica vidriada y cerámica decorada de la etapa Califal (hasta el s. XI). También se mostrarían yeserías y elementos decorativos.
Luego la cerámica verde y morada y estelas funerarias de la época de Taifas (s. XI y XII). En la siguiente sala se podrían ver los muros y pavimentos originales y la cerámica falsa de cuerda seca, la esgrafiada y la pajiza de época Almohade (s. XII y XIII). De ahí se pasaría a las maderas de la época Nazarí (hasta el siglo XIV), y por último a los paños de azulejos, la cerámica y las solerías mudéjares y cristianas, con lo que el visitante podría reconstruir la historia de Málaga hasta el siglo XVIII.
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