Uralita cierra su planta en Sevilla tres años después de su recalificación
La dirección de la empresa Uralita Sistema de Tuberías de Sevilla le comunicó el pasado miércoles a los trabajadores su decisión de cerrar definitivamente la factoría sevillana, tres años después de que el Ayuntamiento recalificara los terrenos sobre los que se asienta la factoría, en la zona sur de la ciudad. El responsable de UGT de este sector en Sevilla, Ramón Díaz, subrayó que la compañía ha ofrecido a los alrededor de 30 trabajadores de la fábrica su traslado a la planta de Alcázar de San Juán (Toledo), lo que en su opinión incumple el convenio firmado entre ambas partes para el mantenimiento de la factoría.
Para el sindicato, el cierre de la fábrica no es necesaria y responde simplemente a una 'pura decisión de racionalización empresarial'. Díaz avanzó que mantendrán una reunión con representantes de la Delegación de Empleo para trasladarles su 'preocupación' por este nuevo cierre.
El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Luis Pizarro, también lamentó la decisión de la dirección, sobre todo porque, en su opinión, supone un 'nuevo pelotazo urbanístico'. El portavoz de IU recordó que en noviembre de 1997 todos los grupos políticos municipales se comprometieron a no recalificar Uralita, pero apenas un año más tarde, con el Partido Andalucista al frente de Urbanismo, el Ayuntamiento aprobó la recalificación y la empresa vendió el suelo a Urbano-21 por 16 millones de euros en agosto de 1999.
'Se dijo que cualquier cambio en la calificación del suelo debería hacerse con el visto bueno del comité de empresa y por unanimidad del pleno, pero luego lo recalificaron diciendo que un acuerdo del pleno puede anular otro anterior', subrayó Pizarro.
Ventas sucesivas
Tres meses después de la primera venta, los nuevos dueños se deshicieron de los terrenos por 32 millones de euros, el doble de lo que habían pagado por las 23 hectáreas de la factoría. Por último, en diciembre de 2000, la empresa Arenal 2000 los vendió a Arenal Sur 21 por 36 millones. Según Pizarro, el único argumento que se esgrimieron la empresa y el Ayuntamiento para justificar la recalificación fue que así se facilitaría que la planta reconvertiera su producción, aunque el convenio no obligaba a mantener la fábrica sevillana abierta.
Pizarro recordó que muchos trabajadores de Uralita han desarrollado graves dolencias debido a los materiales tóxicos con los que trabajaban, especialmente el amianto. 'Unos han dado el pelotazo de su vida mientras que otros están limosneando una indemnización', advirtió el portavoz de la coalición de izquierdas, que subrayó que la empresa lleva años haciendo 'recortes múltiples' de su plantilla 'a pesar de la retahíla de sufrimiento, enfermedad e incluso muerte que han soportado los trabajadores' .
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