Nacho Duato interpreta a un marciano, de misión en Perú, en 'El forastero'
El mundo del cine me sirve para alejarme de algo tan absorbente como es el trabajo en la Compañía Nacional de Danza, tomar energía y luego volver', afirmó ayer Nacho Duato. Y uno de sus últimos respiros se lo ha tomado para convertirse en el marciano de la película El forastero, del cineasta peruano Federico García Hurtado, que se estrenará el próximo 31 de mayo.
Duato, originario de Planeta Aniquilado, aterriza en un pequeño pueblo del Valle Sagrado de los incas peruanos. El forastero, que tiene pinta de gringo y conoce las leyes y la física, tiene como misión buscar un mundo habitable para reinstalar su civilización tecnológica, poblada de máquinas perfectas. Allí va absorviendo cierta condición humana al relacionarse con los lugareños. Con una prostituta (Neus Asensi), descubre el amor y el sexo; con el alcalde (Carlos Sobera), y su familia, conoce la bondad y la avaricia; y con el poeta y el chamán indígena se aproxima al sentimiento de belleza y a los misterios de la naturaleza.
El realizador García Hurtado nació en Cuzco (Perú) en 1937, el lugar donde se localiza el largometraje. Durante años ha desempeñado una amplia labor en la difusión de la historia y la cultura de las comunidades campesinas mediante documentales, ensayos y películas de ficción. En 1987, el Festival de Tokio consideró su filme Tupac Amaru como una de las diez películas más representativas del cine latinoamericano de todas las épocas.
'El marciano es un personaje protagonista. Sirve para enlazar escenas y personajes. Es más que nada una imagen', explicó Duato. El bailarín aparece desnudo en la mayoría de las escenas. 'Es algo que no me molestó porque lo exigía el guión y es un desnudo tratado de forma artística, delicada y sensual. Por eso lo acepté', aseguró.
Al director artístico de la Compañía Nacional de Danza, que ha intervenido en otras películas (Piedras, de Ramón Salazar) y series de televisión, le resulta extraño que le llamen actor. 'Es fácil que digan: 'Éste se cree que puede hacer cualquier cosa', porque en España hay muchos prejuicios y si eres zapatero y haces zapatos, como se te ocurra hacer una botella, luego no te van a comprar más zapatos'.
Actuar en el cine es, para Duato, un divertimento, 'porque es como operar con láser', señaló. Pero ni se plantea subirse a un escenario como actor: 'Eso ya es cirugía de bisturí'.
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