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PP y PSPV desalojan a Antoni Fuster de la alcaldía de L'Alfàs

El nuevo gobierno pide una auditoría de las cuentas municipales

Juan Davó, del PP, fue nombrado ayer nuevo alcalde de L'Alfàs del Pi (Marina Baixa) al prosperar la moción de censura que este partido y el PSPV plantearon contra Antoni Fuster, que ha permanecido 23 años al frente de la Corporación. El supuesto incremento irregular del patrimonio de Fuster en los últimos años ha sido determinante para que los concejales socialistas y populares se unieran contra él.

Los seis concejales socialistas que apoyaron la moción conjunta con el PP se enfrentan ahora a un expediente abierto por la dirección nacional del PSPV.

Mientras, Vicente Pérez, portavoz adjunto socialista, anunció ayer el encargo de una auditoría para comprobar la situación financiera y patrimonial del Ayuntamiento, y para examinar las licencias concedidas y las operaciones con terrenos con participación municipal realizadas en las últimas fechas. El salón de plenos del Ayuntamiento de L'Alfàs del Pi estuvo ayer al completo de público ante el interés suscitado por la destitución del alcalde que ha regido el municipio desde la llegada de la democracia a los gobiernos locales. Antoni Fuster fue primero alcalde con el PSPV. Después creó un nuevo partido, la Asociación Independiente Democrática de L'Alfàs (Aidda), con el que revalidó su cargo en las elecciones de 1999. Aidda obtuvo en esos comicios 1.345 votos, seguido del PSPV, con 1.324. El PP cosechó 1.250 papeletas.

Los 11 concejales del PSPV y del PP de L'Alfàs votaron ayer contra el alcalde, que sólo logró los cinco votos de los ediles de su formación. La sesión plenaria fue definida por PP y PSPV como 'uno de los momentos más importantes de la historia democrática' de la localidad. Los vecinos que abarrotaron el salón aplaudieron el cambio de mandatario. Al tomar la palabra, Fuster dijo que su reprobación se basaba 'en patrañas', que las deficiencias en infraestructuras del pueblo se deben al PP y que el PSPV 'se pone de rodillas ante la derecha'. Fuster añadió que L'Alfàs era el pueblo número uno en calidad de vida en 1991 y que Aidda podía volver a ganar las elecciones. El ya ex alcalde se quedó ayer como concejal de la oposición.

El portavoz del PP manifestó en la sesión que L'Alfàs 'era un buque al que se le acabó el combustible y ahora va remolcado', en contestación al antiguo nivel de vida defendido por Fuster.

Las compras de inmuebles hechas por la sociedad de Fuster en los últimos años por más de tres millones de euros ( más de 500 millones de pesetas) fueron aireadas en el pleno. Salvador Sanjosé, del PSPV, criticó 'la arrogancia de Fuster y su concepción de gobierno como un reparto de botín'.

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