Cotino certifica en el Congreso de los Diputados que el espionaje a López Benjumea fue una invención

El director general de la Policía, Juan Cotino, certificó ayer en la Comisión de Justicia e Interior del Congreso que nadie espió, siguió o vigiló al presidente de la Caja San Fernando, José Manuel López Benjumea, y que la grabación de vídeo que supuestamente probaba el espionaje estaba cortada y montada de tal manera que la imagen y el sonido no coinciden. Por ello es 'difícil asegurar qué persona es la que en cada momento hace uso de la palabra' y por tanto no queda claro quién dice que la vigilancia, ya refutada como inexistente, fue encargada por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.

Según el relato de Cotino, todo comenzó el 17 de octubre con una llamada del jefe de seguridad de la Caja a la Brigada de Información para dar cuenta del seguimiento. Simultáneamente, el presidente de la Caja informó de sus sospechas al delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, y contrató los servicios de un investigador privado.

La denuncia no cayó en saco roto porque el nombre de López Benjumea había aparecido en un listado de posibles objetivos de ETA. Por ello, la policía montó un dispositivo de seguimiento y contravigilancia. 'En este seguimiento no hubo ningún dato que aportara que algún sospechoso, mucho menos de ETA, pudiera estar haciendo un seguimiento al presidente de la Caja', dijo Cotino.

Los escoltas de López Benjumea facilitaron una matrícula que correspondía a un coche a nombre de María José Parrillo Jiménez que habitualmente conducía Antonio Castellano Álvarez, supuesto encargado de la vigilancia. La policía tomó declaración a Castellano, quien aseguró que la cercanía de su coche con el de Benjumea cerca del parque de María Luisa era 'pura coincidencia'.

Castellano dijo que un tal Joaquín Corpas Parejos, detective catalán sin carné profesional, lo citó telefónicamente para ofrecerle un trabajo. Ambos se reunieron en una cafetería con una tercera persona, que fue donde se grabó la película que supuestamente probaba el espionaje y que éste había sido encargada por el presidente de la Junta, como publicó El Mundo.

La investigación ha permitido determinar que el detective catalán había sido contratado 'por el presidente de un club deportivo' y que dicho investigador había hecho 'personalmente' el montaje de la cinta de vídeo 'con aquellas partes del vídeo que interesaban a su cliente'.

Ayer, el diputado popular José Manuel Atencia sostuvo que el falso escándalo obedecía a 'problemas de familia' del PSOE.