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Los médicos encuentran gran cantidad de pastillas en el cuerpo del joven muerto por sobredosis

El hermano de la víctima asegura que en la fiesta había 'pastillas a montones'

Las autoridades sanitarias confirmaron ayer que la causa de la muerte del joven andorrano Josep Boquera, de 19 años, en la madrugada del sábado durante la fiesta Megaaplec Dance, celebrada en Barcelona, fue una sobredosis de drogas de síntesis, aunque el Instituto Anatómico Forense deberá confirmar si se trata de éxtasis. Fuentes del Hospital Clínico explicaron que en el cuerpo del joven se hallaron 'abundantes restos de comprimidos' y que el análisis de orina detectó 'que había consumido anfetaminas', sustancia de la que se obtiene el MDMA, más conocido como éxtasis.

Los responsables de la investigación abierta por el Departamento de Sanidad de la Generalitat y el Instituto Municipal de Salud del Ayuntamiento relataron ayer que sobre las cuatro de la madrugada del pasado sábado los servicios médicos del Palau Sant Jordi, donde se celebraba la fiesta, fueron alertados de que una persona sufría convulsiones en el exterior del recinto.

Ante las señales de choque que presentaba, el joven fue intubado y se le trasladó al Hospital Clínico, donde falleció a pesar de que los médicos intentaron reanimarle durante una hora. La temperatura corporal de la víctima alcanzó los 42 grados. La titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona ha abierto diligencias para esclarecer la muerte del joven.

Controles en los labavos

Las autoridades insistieron ayer en que el festival, organizado por la emisora radiofónica Flaix FM, disponía de todos los permisos y autorizaciones legales necesarios, y que 'el dispositivo de seguridad y sanitario superaba ampliamente lo que establece la normativa'. El director general de Drogodependencias de la Generalitat, Joan Colom, señaló que durante la fiesta se establecieron hasta tres controles en los accesos y se vigilaron los lavabos.

Colom agregó que durante el macroconcierto 'no hubo consumo ni venta masiva de drogas', aunque reconoció que 'es imposible asegurarse de que nadie consuma'. El responsable autonómico de Drogodependencias admitió también que es necesario estudiar la posibilidad de minimizar los riesgos relacionados con el consumo de drogas en grandes eventos mediante mayor información preventiva y restringiendo el aforo del local y la duración del espectáculo.

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Durante el Megaaplec Dance, la ONG Energy Control repartió dípticos sobre los riesgos del consumo de drogas. El coordinador de la asociación, Josep Rovira, apuntó que 'no fue una fiesta con mucho consumo' y que el Palau Sant Jordi no llegó a alcanzar su aforo máximo. Rovira añadió que el recinto permaneció ventilado y que los asistentes disponían de espacios para descansar.

Sin embargo, estas versiones se contradicen con la del hermano de la víctima, Ramon Boquera., quien manifestó ayer que en la fiesta 'se regalaban las pastillas'. 'Cuando entré había pastillas a montones', dijo.

En este sentido, el Departamento de Interior de la Generalitat pidió ayer a la Delegación del Gobierno que abra expediente para aclarar si los controles de seguridad establecidos funcionaron correctamente.

El cadáver de Josep Boquera fue repatriado ayer a Andorra, y será enterrado hoy en la parroquia de la población donde vive la familia, Escaldes-Engordany. Los padres del joven anunciaron ayer que estudian emprender acciones legales contra la organización de la fiesta, informa Cristina Orduña.

La muerte del joven ha provocado una gran consternación en Andorra la Vella, donde la familia Boquera regenta un restaurante desde hace años. Fuentes próximas a la familia explicaron que Josep era un joven muy integrado en Andorra, 'sensible y curioso' y con inquietudes sociales, que colaboraba con distintos medios de comunicación locales. Varias organizaciones ciudadanas con las que Josep tenía relación expresaron ayer su pésame a la familia.

El estupor en el principado es aún mayor, ya que la legislación andorrana sobre drogas prohíbe expresamente su consumo, muy perseguido por la policía. Además, fiestas como el Megaaplec Dance de Barcelona quedan muy lejos del alcance de los jóvenes andorranos.

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