El fiscal pide 35 años a tres vigilantes que robaron en Irún a un marroquí
El fiscal elevó ayer de 22 a 35 años de prisión la pena total que solicita para tres vigilantes de seguridad acusados de hacerse pasar por agentes de la Ertzantza para retener ilegalmente, robar y humillar a un joven marroquí de 23 años, estudiante de filología hispánica en Tetuán.
Según el testimonio de la víctima, el 1 de abril de 2001, los vigilantes le encerraron en una oficina de la estación de Renfe en Irún, adonde acudió para tomar un tren hacia Barcelona. Dentro del despacho, le obligaron a desnudarse y le esposaron tras identificarse como agentes antiterroristas de la Ertzaintza. Los acusados registraron sus pertenencias y sustrajeron una cámara de vídeo digital, un teléfono móvil, 55.000 pesetas y otros efectos, y le dejaron marchar.
La Fiscalía pidió que los tres acusados sean inhabilitados para su profesión durante la condena y que indemnicen al joven con 9.015 euros. Las defensas de dos de los vigilantes pidieron la libre absolución, mientras que el abogado del tercero solicitó para éste seis meses de cárcel por un delito de robo.
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