'La puerta de mi candidatura a la presidencia de la Junta está cerrada'
Rosa Aguilar (Córdoba, 1957) señala que piensa seguir trabajando en Córdoba y pide al presidente de la Junta, Manuel Chaves que, si cree realmente en la segunda modernización, favorezca el pacto local en Andalucía. Descarta por completo encabezar en un futuro la lista de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno regional
Pregunta. La encuesta publicada por EL PAÍS el 28 de febrero la situaba como la política mejor valorada de Andalucía. Obtuvo mejores resultados que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, y que su coordinador regional, Diego Valderas. ¿Es una buena valoración para presentarse como candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía?
'Romero es el portavoz y nos tendremos que aguantar, qué le vamos a hacer'
'Lo primero que tiene que hacer Chaves es el pacto local. Eso sí que es modernizar'
Respuesta. No, no. Esa es una puerta cerrada. Ahora mismo miro a la ciudad de Córdoba y a continuar el trabajo que estoy realizando. Rosa Aguilar va a seguir trabajando en Córdoba.
P. ¿También a partir del 2003, fecha de elecciones municipales?
R. También. Eso debe quedar suficientemente claro. Tengo un compromiso con Córdoba y lo voy a mantener como alcaldesa. Voy a seguir trabajando en la ciudad y si la organización decide unánimemente que yo sea la candidata, continuaré.
P. ¿Mejoran sus relaciones con IU de Andalucía?
R. Siempre he tenido buenas relaciones con la organización regional. Otra cosa es que yo tenga unos planteamientos críticos porque quiero que IU sea cada día más abierta, más plural, más permeable a lo que demanda la ciudadanía que se siente de izquierdas y de progreso. De IU quiero que sea una organización en permanente innovación y renovación para que seamos un espacio claro de trabajo para los jóvenes.
P. ¿Teme que IU se convierta en una organización añeja?
R. Lo que creo es que el siglo XXI nos exige a todos una renovación en profundidad. El que se quede atrás y pierda el tren no lo cogerá nunca porque va a toda velocidad. La izquierda tiene planteado un reto existencial. O sabemos conectar con los jóvenes para darles una respuesta en el ámbito del empleo, de la economía, y a las mujeres, que están fuera del mercado laboral, y sabemos responder en términos de paz y solidaridad, en términos de valores, pero desde un espacio nuevo, o ya estamos viendo lo que ocurre en otros lugares de Europa. Para que no suceda eso, la izquierda debe dar respuestas eficaces.
P. ¿Quién le gustaría a usted que fuese el portavoz de IU en el Parlamento andaluz, Antonio Romero o Concha Caballero?
R. Ahora mismo es Antonio Romero y nos tendremos que aguantar, qué le vamos a hacer. Me hubiese gustado que, en su momento, se hubiesen hecho los cambios razonables y necesarios.
P. ¿A qué cambios se refiere?
R. Cuando se hizo la asamblea andaluza fue un buen momento para hacer un cambio en la portavocía del Parlamento.
P. Gobernar en coalición es tarea ardua. Es comentario en Córdoba que a usted apenas le quedan áreas de poder en el Ayuntamiento y que el que manda en lo verdaderamente importante es José Mellado, portavoz socialista, su primer teniente de alcalde y socio de gobierno.
R. Eso no lo comenta la ciudad, porque la ciudad sabe que IU gobierna, para lo bueno y para lo malo, y sabe que la gente de IU cumple, trabaja, es eficaz en la gestión y tiene las ideas políticamente claras. La integración de dos fuerzas políticas en un mismo gobierno tiene sus dificultades porque, además, estamos explorando un camino prácticamente nuevo en el espacio de la izquierda.
P. Cuando termine el año próximo este mandato municipal, ¿qué tres cosas quiere dejar en la ciudad con su impronta de alcaldesa?
R. Quiero dejar una ciudad viva culturalmente y desde el punto de vista de la participación; una ciudad que crea de verdad y sienta el valor de la solidaridad interna y externa y una ciudad cambiada, transformada, moderna. Si en algo se ha notado en estos tres años de gobierno municipal es que a Córdoba se la ha lanzado a toda velocidad. Córdoba está ahora bien situada en el panorama andaluz, nacional e internacional.
P. Valore el papel de la oposición en el Ayuntamiento de Córdoba, un grupo de concejales que prácticamente iguala al del equipo de gobierno.
R. La oposición se dedica a criticar, a poner chinas a cualquier iniciativa del gobierno municipal, a destruir. No ha dado una sola alternativa, propuesta o respuesta, no ha querido comprometerse y, encima, está permanentemente dividida. Esos ingredientes forman una oposición que no tiene una voz y cuando la tiene es para criticar.
P. ¿Cree que la crisis que vive el PP de Córdoba puede afectar al grupo municipal?
R. Esa situación la tendrán que evaluar y juzgar los ciudadanos, que deberán asomarse a todo lo que está pasando.
P. En su trabajo de gobierno, ¿qué grupos de presión ajenos a la política o institucionales afectan más a su labor?
R. No consiento que, en ese sentido, ningún grupo de presión afecte a la labor que debe hacer un gobierno municipal. En términos de ciudad hay que dialogar sobre toda una serie de cuestiones, pero desde luego no se consigue nada presionando. Los intereses de la ciudad están por encima de todo. Este gobierno no se deja presionar por nadie. Es transparente en su actuación, en su diálogo y en su gestión.
P. ¿Cómo se entiende desde la perspectiva local la segunda modernización que propugna el presidente de la Junta?
R. Si Chaves cree en lo que ha dicho, lo primero que tiene que hacer es llegar a un pacto local con los ayuntamientos para cederles competencias, un pacto local que cumpla el principio de subsidiariedad, que disponga recursos financieros suficientes para los ayuntamientos y que podamos mostrarnos al resto de España. Eso sí que es modernizar.
P. ¿Cree que hay suficientes motivos para justificar la convocatoria de una huelga general prevista por los sindicatos para el 20 de junio?
R. Lo que creo que hay es una prepotencia y una provocación permanente en el ejercicio del poder por parte del PP. Los resultados en términos de IPC, de paro, de destrucción de empleo son un desastre en estos momentos para el Gobierno del PP. Ahora, en plena presidencia española en la Unión Europea, el Gobierno saca de la manga una reforma en materia de empleo y del PER que va a afectar a más de 200.000 familias en Andalucía y Extremadura. Al presidente le molesta que los sindicatos convoquen la huelga la víspera de la cumbre de Sevilla. ¿Por qué no ha esperado entonces a que pase el tiempo de la presidencia española en la UE? El Gobierno no ha querido hablar, ha querido dar un guantazo y un manotazo a unos sindicatos que eran buenos cuando iban a La Moncloa a firmar un pacto con Aznar y que ahora son malísimos porque convocan huelga general. A los sindicatos se les ha metido en un callejón sin salida, no se les deja otra opción.
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