El sindicato CSIF exige protección para los trabajadores del reformatorio de Melilla

El presidente de de la sección de Administración Local del sindicato CSIF, Francisco Gómez, pidió ayer más protección para los trabajadores de centros de acogida y reclusión de menores en Melilla ya que, según él, 'se ven continuamente sometidos a agresiones, vejaciones y amenazas'.

Ese dirigente sindical denunció ayer 'la indefensión que sufren los trabajadores de los centros de acogida y reclusión. Trabajadores', agregó, 'que están sujetos a un clima de tensión constante'. Gómez reclamó la inmediata redacción de un reglamento interno que regule el funcionamiento de esos establecimientos, además de dotarles de más medios económicos y humanos.

Las agresiones y conflictos no se ciñen sólo al reformatorio. Ayer por la mañana, un interno del centro de acogida de menores denominado Hogar del Puerto atacó con una barra de hierro a un educador. Cuando llegó la Policía, el niño se refugió en un falso techo de escayola desde donde lanzó a educadores y agentes policiales trozos de escayola.

De otro lado, el joven recluido en el reformatorio Baluarte de San Pedro y que resultó agredido por sus compañeros en el motín del pasado lunes ha intentado quitarse la vida, según el presidente de la sección de Administración local de la CSIF, Francisco Gómez. Éste indicó que 'el menor tomó esa determinación al verse acosado por el cabecilla de la revuelta,quien de regreso al mismo centro de los altercados, después de que fuera detenido, le amenazó con matarlo'. El estado de desesperación en el que se encuentra el adolescente amenazado por la presión a la que se ve sometido, al parecer, por su rival lo ha sumido en una grave depresión, que le llevó en la noche del martes a intentar ahorcarse con los cordones de sus zapatos, atados a los barrotes.