Aguas ingresa 26 millones de euros del Ayuntamiento por el suministro

La compañía Aguas de Valencia ha elevado sus resultados económicos en el primer trimestre de este año un 1.500% a consecuencia de la liquidación del antiguo contrato con el Ayuntamiento de Valencia, que le ha supuesto un ingreso extraordinario de 26 millones de euros (4.300 millones de pesetas), según confirmó ayer la compañía.

Según Francisco Pontes, director general de Aguas de Valencia, la Corporación municipal encargó en diciembre de 2000 a una consultora la peritación de todas las inversiones y patrimonio que la compañía privada había aportado al servicio de titularidad municipal. Entonces se valoraron las aportaciones en 9.011 millones de pesetas, ahora 54 millones de euros. Según Pontes, esta cantidad incluía una docena de pozos de agua propiedad de AVSA, algunos derechos de paso y una serie de inversiones en la red pendientes de amortizar. La compañía se hacía cargo además de todo el personal anexo al servicio y de la dotación del fondo de pensiones.

AVSA, concesionaria del servicio de abastecimiento de agua potable a la ciudad desde principios del siglo XX, renovó recientemente este contrato por medio siglo más, pero con una fórmula nueva. La sociedad que explotará el servicio en los próximos 50 años no será Aguas de Valencia sino una empresa mixta participada por la Corporación municipal, con un 20%, y la sociedad privada, con un 80% del capital. Esta nueva compañía se constituyó el pasado mes de abril y el antiguo contrato expiró el 22 de marzo.

Cifra de negocio

La sociedad obtuvo en los tres primeros meses del año un resultado de 28 millones de euros, un 1.500% más que en el mismo periodo del año anterior. Si se excluyen los ingresos extraordinarios, Aguas de Valencia logró un resultado típico de dos millones de euros, un 17% por encima de los obtenidos en el primer trimestre de 2001, cifrados entonces en 1,7 millones.

El crecimiento de la cifra de negocio consolidada fue del 15,26%, consecuencia, según la sociedad, de la positiva evolución de la facturación de las actividades de saneamiento, recogida de residuos sólidos urbanos, limpieza viaria y prestación de servicios a terceros. El negocio del agua aumentó a un ritmo más moderado, concretamente del 5,4%.

El contrato de abastecimiento de agua a la ciudad de Valencia sumió durante tres años a Aguas de Valencia en una crisis accionarial interna. El equipo de gobierno municipal, que preside el PP, quería que la mayoría del capital estuviera en manos de socios locales en lugar de en poder del grupo francés Bouygues. Transcurrido el tiempo, el socio galo ha reducido su participación al 33% y los socios locales están pendientes de la compra de un paquete de acciones del SCH en la compañía para conseguir la ansiada mayoría. Las acciones del banco de Botín se repartirán entre Bancaixa y la CAM, y las contructoras castellonenses Facsa y Lubasa.