Mujeres y salud a los 50

Osteoporosis, cáncer de mama, enfermedades cardiovasculares o menopausia son conceptos que a menudo se pronuncian seguidos sin que en muchos casos exista una verdadera conciencia de su significado y relación. Así lo entiende el Centro de Información de la Menopausia (CIM) que, para evitar la falta de conocimiento, ha puesto en marcha una campaña destinada a explicar a fondo esta etapa que más pronto o más tarde vive toda mujer, aunque la media indica que se produce a los 50 años. Ayer y hoy el CIM ha instalado una caravana en la avenida de Aragón de Valencia donde, además de distribuir trípticos informativos, aquellas mujeres que lo deseen podrán hacerse, entre otras pruebas, una densitometría ósea, la prueba recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Europea como mejor método diagnóstico de detección precoz de la osteoporosis, relacionada con la menopausia.

Una de las cuestiones en las que incide el CIM es la definición de esta etapa en la vida de la mujer. Al llegar a la menopausia, los ovarios disminuyen su producción de estrógenos, un cambio hormonal que provoca una serie de síntomas que pueden manifestarse con distinta intensidad o incluso no llegar a aparecer. Los más comunes son los sofocos acompañados de sudoración que dura entre 30 segundos y dos minutos o la atrofia vaginal, con consecuencias para la lubricación y la elasticidad vaginal. También son corrientes las alteraciones de uretra y vejiga, los cambios psicológicos -de humor, irritabilidad, ansiedad, depresión- y el aumento de probabilidad de padecer determinadas enfermedades.

De la relación entre la menopausia y la osteoporosis no hay ninguna duda. Esta dolencia se caracteriza por el deterioro progresivo de la calidad y la densidad mineral del hueso, provocando una notable debilidad en el sistema óseo y el aumento de fracturas, especialmente en la columna vertebral, muñeca, cadera y pelvis. Un 20% de las cerca de 425.000 mujeres de la Comunidad Valenciana que son menopáusicas tiene 'riesgo inminente' de sufrir una fractura a consecuencia de la osteoporosis, según aseguró ayer la ginecóloga Dolores Juliá, responsable de la Unidad de Menopausia del Hospital La Fe de Valencia. Una dieta equilibrada, evitar el tabaco, alcohol o las bebidas excitantes son algunos de los hábitos que pueden ayudar a preservar la salud, aunque las principales recomendaciones consictyen en advertir a tiempo la pérdida de masa ósea, ser consciente de los factores de riesgo o comprobar la densidad de los huesos.

Pero, según el CIM, no es la osteoporosis la única enfermedad relacionada con la menopausia. También los problemas coronarios, es decir, la aparición de lesiones en las arterias que llevan la sangre al corazón. Las enfermedades cardiovasculares son la causa más frecuente de muerte en los países industrializados, y en la mujer, la disminución de los estrógenos produce un incremento del riesgo cardiovascular, de forma que, a partir de la menopausia, se iguala la posibilidad de sufrir esta dolencia con los hombres, entre quienes es más frecuente.

Otro de los problemas vinculados es el cáncer de mama. En este caso el factor de riesgo más importante es la edad, por lo que se presenta en el 50% de los casos en mujeres menopáusicas. Pero la causa que provoca que las células sanas de la glándula mamaria degeneren y se transformen en células malignas es desconocida. Se calcula que una de cada 10 mujeres desarrollará esta enfermedad.

Para combatir estos problemas, el CIM plantea determinados remedios precisando que el uso de cada uno 'varía dependiendo del tipo de mujer'. Uno de ellos es la terapia hormonal sustitutiva, especialmente indicada para luchar contra los síntosmas -sofocos, cambios de humor-, o el Ralofixeno, fármaco empleado contra la osteoporosis. El uso de bifosfonatos, la calcitonina o el calcio y los suplementos de vitamina D, también empleados para remediar la pérdida de masa ósea, son otros de los productos recomendados siempre después de un conveniente paso por el médico, a quien compete su administración.