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Reportaje:

La pugna por el cartel

El PSPV logra limitar las primarias locales a tres municipios, pero no evita las 'batallas' de Valencia y Alicante

La ejecutiva del PSPV que lidera Joan Ignasi Pla ha trabajado, tras la nominación del secretario general como candidato a la presidencia de la Generalitat, para ahormar y jibarizar los procesos de primarias locales. Una convocatoria electoral que, de acuerdo con el reglamento del comité nacional del PSOE, otorga a la militancia el derecho de designar las personas que serán cartel electoral en los comicios municipales de 2003 en un total de ocho ciudades de la Comunidad Valenciana. Aquellas en las que no se gobierna y que cuentan con más de 50.000 habitantes censados.

En la Comunidad Valenciana, las designaciones municipales se han separado de la elección del candidato a la presidencia de la Generalitat, en la que Joan Ignasi Pla obtuvo una amplia victoria frente a su oponente, el diputado nacional Ciprià Ciscar. La dirección del PSPV ha primado en esta convocatoria de primarias la estabilidad interna frente a la consolidación o proyección de referentes sociales. Una decisión que ha sido vista con recelo por parte de la dirección del PSOE que lidera José Luis Rodríguez Zapatero, quien considera las plazas de Valencia y Alicante vitales para relanzar el voto socialista de cara a los comicios generales de 2004. En cualquier caso, la existencia de censos electorales reducidos dificultará que los militantes designen a sus candidatos pensando más en la calle que en el complicado entramado de equilibrios del PSPV.

En Alicante, la unanimidad en torno a Pla en las primarias fue un espejismo

En la ciudad de Valencia, ningún candidato socialista -ni en la oposición ni en el gobierno- ha conseguido agotar dos mandatos consecutivos. Las tensiones entre la ejecutiva municipal -que engloba a seis agrupaciones locales- y el PSPV del País Valenciano han deglutido hasta ahora todos los posibles liderazgos socialistas en la capital. Tras una nueva negativa de la ex ministra Carmen Alborch a presentarse como candidata de consenso, el proceso de primarias y el reparto de simpatías entre los dos aspirantes -la actual portavoz Ana Noguera y el secretario comarcal Rafael Rubio- abren, en esta ocasión, la posibilidad de un escenario diferente. Por un lado, los lermistas -con el apoyo de la influyente FSP-UGT y la alineación pragmática del vicesecretario del PSPV, José Luis Ábalos- pretenden sumar la agrupación comarcal a la disciplina de Joan Ignasi Pla. Un objetivo que pretende traducir en votos en estas primarias Rafael Rubio. Enfrente Ana Noguera, que confía en su notable proyección social -reconocida en los sondeos- y en el interés del PSOE por rebajar al máximo la diferencia electoral con el PP para revalidarse como cabeza de cartel. En esta ocasión, Noguera no contará, como en las primarias de 1999, con el apoyo de la ejecutiva municipal. Aunque adscrita a la corriente Izquierda Socialista, Noguera ha logrado sumar un buen número de apoyos entre las distintas familias gracias, fundamentalmente, a su liderazgo social.

En Alicante, la unanimidad de la militancia en torno a la candidatura de Pla en las primarias autonómicas fue un espejismo. El empeño de Pla por recuperar la figura del ex alcalde Ángel Luna quedó en agua de borrajas en una semana. El ex alcalde, ahora en la empresa privada, dijo 'no' en cuanto observó la agria batalla entre los dos sectores tradicionalmente enfrentados -el oficialista, liderado por el secretario local y senador Ángel Franco, y el renovador, encabezado por la edil Carmen Sánchez Brufal-.

Sánchez Brufal, convencida de haber recuperado apoyos en la agrupación local, apareció en escena con el respaldo explícito de Pla y arropada por un centenar de militantes. El apoyo del secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, a Brufal rechazando la posibilidad de seguir buscando un candidato de consenso provocó un profundo malestar en el entorno de Ángel Franco. El secretario local de Alicante interpretó la decisión de Pla como una traición al pacto forjado en las primarias autonómicas, en el que los barones del partido ofrecieron su respaldo a Pla -como candidato- a cambio de que la ejecutiva del PSPV les respaldase en sus territorios.

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Carmen Sánchez Brufal esgrimió en su presentación como aspirante a la candidatura una lista de apoyo de unos 40 destacados militantes, entre ellos el diputado Antonio Moreno, el ex presidente de la Diputación, Antonio Mira-Perceval, y el secretario general de la comarca de L'Alacantí, Agustín Jiménez. En la lista se incluyó también al líder de UGT, Javier Cabo, pero éste relativizó su apoyo a la concejal al día siguiente y dijo que había sido incluido sin su consentimiento. El divorcio de Sánchez Brufal con el grupo municipal actual tambien es irrefutable: ningún concejal figuraba en la lista, aunque sí el conocido ex edil Pablo Rosser.Éstas, junto con el apoyo de última hora del grupo que lidera el eurodiputado Luis Berenguer, son las armas explícitas de Sánchez Brufal en su carrera.

La candidatura de Sánchez Brufal fue contestada, en apenas dos horas, por el núcleo duro de la agrupación local, con su secretario general, Ángel Franco, al frente. El senador optó por el siempre disponible Blas Bernal, actual portavoz adjunto del grupo municipal, para hacer frente a la edil. Bernal, además, cuenta con el apoyo del colectivo afín al ex presidente de la Diputación, Antonio Fernández Valenzuela, y todo el grupo municipal en bloque, incluido el dubitativo portavoz, José Antonio Pina. Éste, por enésima vez, y pese a los notorios desaires que ha sufrido por parte de Ángel Franco, acudió, abrazado, con Bernal al acto de la presentación de su candidatura, cuyo escenario fue la sede de la agrupación local.

Entre estos dos bloques quedan otros grupos, liderados por militantes históricos, que pueden inclinar la balanza en un sentido o en otro, como el de los seguidores de Antonio García Miralles y de Alberto Pérez Ferré. Y junto a ellos el descolocado grupo del secretario de Educación de la ejecutiva del PSPV, Manuel de Barros, a quien Pla frenó en seco en su intento de concurrir a las primarias, pese a que inicialmente concitaba un amplio apoyo entre los distintos sectores. A diferencia de Valencia, en Alicante no se conocen encuestas sobre el grado de conocimiento y valoración de los dos aspirantes a la candidatura.

La tercera plaza en discordia, aunque menos importante, es la de Sagunto. Allí, previsiblemente se medirán el actual portavoz municipal Francisco Crispín frente a la vocal de la ejecutiva del PSOE Gloria Calero. La ejecutiva del PSPV trabaja para evitar que el voto a Calero se disperse y ha mantenido conversaciones para que Manuel Carbó renuncie a presentar su candidatura y se integre, posteriormente, en la candidatura municipal.

El equipo de Joan Ignasi Pla valora negativamente la oposición municipal realizada hasta ahora por Crispín y cree que si repite como candidato los resultados electorales pueden empeorar.

En cualquier caso, y a excepción del pronunciamiento ya realizado por Pla en Alicante, no es previsible que la ejecutiva del PSPV se manifieste abiertamente por ninguno de los aspirantes. Y sea cual sea el resultado de las distintas convocatorias, el próximo mes de junio, Joan Ignasi Pla se reunirá con todos los candidatos y dará por iniciada la campaña electoral municipal.

Votaciones innecesarias

Aunque reglamentariamente tienen derecho, las agrupaciones de Benidorm, Torrevieja, Alcoy, Orihuela y Castellón no tendrán, excepto sorpresa, necesidad de convocar votaciones. En Benidorm no habrá primarias. La familia Pajín, que ahora controla la ejecutiva local, ha firmado la paz con el ex secretario de La Marina Baixa, Agustín Navarro, el candidato de la ejecutiva. Navarro tendrá que recoger los avales, pero no será necesario votar. En Torrevieja, el secretario local Ángel Giménez será el único candidato también, lo que hará innecesaria la votación. El respaldo de la ejecutiva del PSPV ha allanado el camino a Giménez. En Alcoy, también se prescindirá de la urna. El secretario local Amando Vilaplana, tras la salida de los sanusistas, cuenta con amplia mayoría y apuesta por un independiente de prestigio para liderar la candidatura municipal. En caso contrario será el propio Vilaplana el número uno de la lista. En Orihuela, el proceso está paralizado hasta que se subsanen las irregularidades del censo; pero incluso en el equipo de Pla dan por hecho que el candidato único será el secretario local Francisco García Ortuño. En Castellón, Ignacio Subías, portavoz municipal y secretario local tiene buenas expectativas electorales y ningún problema para ser proclamado sin votación.

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