Salvar Vilanera

En este país no sabe llover, y este año, a pesar de los últimos aguaceros, los payeses de Pals no saben todavía si podrán sembrar sus campos de arroz. Esta realidad contrasta con el verde brillante del césped de los dos campos de golf del municipio. Para acabar de arreglarlo, a 20 kilómetros se proyecta la creación de un nuevo campo de golf, en L'Escala, en la zona de Vilanera.

En Vilanera hay dos acuíferos protegidos que pueden echarse a perder con los pesticidas necesarios para conservar el césped para el golf (esto no es Escocia, donde el césped sale de manera natural). En Vilanera hay un corredor biológico natural entre el Ter y el Fluvià, que quedará roto por el golf. En Vilanera está previsto talar más de 1.000 pinos, algunos de ellos monumentales. En Vilanera, en fin, se quiere construir alrededor del golf una urbanización con más de 300 casas, en una zona ahora calificada como rural, ejerciendo una presión urbanística insoportable sobre el municipio, de 5.000 habitantes. Esta urbanización destruirá una zona con abundantes restos arqueológicos, que van desde un yacimiento de la edad del hierro -anterior, por tanto, a Empúries- hasta las ruinas de un monasterio medieval.

Vilanera está a dos kilómetros de Empúries, y no se puede abandonar este lugar y preservar sólo estas últimas ruinas sin hacer nada por descubrir aquello que esconde todavía la zona y que forma parte de nuestra primera historia. El campo de golf en Vilanera, en L'Escala, es un gravisimo error medioambiental y cultural. Hay que parar este desastre.