Los sindicatos acusan a Aznar de 'falsedad' en su defensa de la reforma del desempleo

El diálogo por carta cruzado entre los sindicatos y el presidente Aznar no ha servido para resolver sus discrepancias sobre la reforma del paro. Los dirigentes de CC OO y UGT acusaron ayer al presidente de 'falsedad' al argumentar que sus medidas persiguen el pleno empleo y mejorar la protección a los parados. Las centrales creen que la misiva de Aznar 'insiste en la negación del diálogo salvo que asumamos sus propuestas', que consideran innegociables. El lunes irán a la reunión con Trabajo sin muchas expectativas y sin frenar la maquinaria de la huelga general.

El líder de UGT, Cándido Méndez, aseguró ayer en Logroño que se ha acabado el diálogo epistolar con el presidente del Gobierno, porque la carta que envió el jueves a los sindicatos no ofrece 'ningún argumento para defender la reforma del desempleo'. En su opinión, 'sólo confirma la voluntad de Aznar de darle un meneo a los parados' y contiene frases 'claramente agresivas que demuestran su fortaleza con los débiles'.

El secretariado confederal de CC OO aprobó paralelamente una resolución en la que manifiesta su preocupación por las justificaciones que da Aznar a esas medidas, que a su juicio supone 'culpar a los parados de cobrar subsidios porque se niegan a trabajar'.

Los responsables de empleo y acción sindical de CC OO, Dolores Liceras y Fernando Puig, acusaron directamente al presidente de 'falsedad' cuando asegura que quiere mejorar la protección del paro o conseguir el pleno empleo. Puig resumió así la reforma del Gobierno: 'Facilita el despido, limita el derecho de acceso de los parados a las prestaciones y expulsa de la cobertura a un amplio colectivo de desempleados'.

Unas medidas que los sindicatos no van a negociar. Las delegaciones de las dos centrales acudirán el próximo lunes a la reunión convocada por Trabajo y reclamarán de nuevo que retire esa reforma en su totalidad, porque no van a debatir lo que consideran 'recortes y eliminación de derechos'. Según Méndez, también pedirán al Gobierno que les explique cómo va a tramitar ese paquete de medidas y su desarrollo normativo para ver cuál es el verdadero alcance de la reforma.

La asistencia a esa reunión no paraliza la maquinaria puesta en marcha para la huelga general del 20 de junio, aunque formalmente la decisión la tomarán los órganos de dirección de los dos sindicatos el próximo 23 de mayo. Méndez lo reconoció así al afirmar que 'Aznar ha llevado la situación a un punto de no retorno y lo que vamos a hacer CC OO y nosotros es continuar con nuestro trabajo informativo, de manera que el 23 de mayo estaremos en condiciones de definir una respuesta sindical unitaria, democrática, amplia y contundente'.

Un millón de trípticos

Para esa campaña informativa en los centros de trabajo, CC OO ha editado un millón de trípticos en los que explica así los efectos de la reforma: 'El despido será más fácil y barato, se eliminan los salarios de tramitación para los despidos improcedentes, se recortan las prestaciones por desempleo y se limita el acceso, se reduce el tiempo de percepción de las prestaciones y se elimina el subsidio para los trabajadores del campo en Andalucía y Extremadura'.

Asimismo, los responsables territoriales y federales del sindicato se reunieron ayer para elaborar el calendario de acciones previstas hasta el 20 de junio, el día elegido para la huelga general, en la víspera de la cumbre comunitaria con la que España cierra su presidencia semestral.

El ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, advirtió ayer a las centrales que 'por la vía del conflicto' no se va a abundar en las mejoras que ha habido en los últimos años. Aparicio reiteró en declaraciones a Radio Nacional la voluntad del Gobierno de negociar con un guión básico que delimite objetivos, propuestas y métodos. Por eso, afirmó, el Ejecutivo no retirará el documento entregado a los agentes sociales. 'Pedirnos que renunciemos a mantener un esquema ordenado de diálogo me parece que es algo que excede lo deseable', dijo.

El diputado del PSOE y portavoz de empleo, Ramón Jáuregui, aseguró que los socialistas están 'radicalmente' en contra de esa reforma porque el sistema de desempleo tiene un superávit notable en cotizaciones, aunque a la vez 'ni alientan ni alimentan una huelga general porque esa decisión corresponde a los sindicatos'.