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Sanidad pagó al sector privado 54 millones más de lo previsto en 2001

Los conciertos y el plan de choque aumentaron la factura

El gasto de los pacientes de la sanidad pública atendidos en clínicas privadas sigue en claro ascenso. Así lo demuestra una respuesta del Consell al PSPV en la que admite que el coste por conciertos con entidades privadas en 2001 por resonancias, servicios de hemodiálisis, o gasto en ambulancia, entre otros, sumado al del plan de choque contra las listas de espera, superó en 54 millones de euros la factura prevista.

Sólo en conciertos, la suma total gastada el año pasado por la Consejería de Sanidad fue de 128,7 millones de euros (21.415 millones de pesetas), frente al presupuesto inicial aprobado para tal fin de 89 millones, o los 111,6 millones de euros gastados en 2000. La desviación en este caso fue de 39,7 millones de euros (6. 592 millones de pesetas), que la consejería pagó por encima de sus estimaciones iniciales a las clínicas privadas que asisten a los pacientes de la red pública del servicio valenciano de salud.

Entre los acuerdos con empresas que le salen más caros al departamento que dirige Serafín Castellano están los servicios de hemodiálisis que supusieron 29,6 millones de euros, la atención oncológica -focalizada en el Instituto Valenciano de Oncología- con 23,2 millones de euros, o la oxigenoterapia, con 21,5 millones de euros, una cifra similar a la que ha costado la polémica implantación de equipos de resonancia privada en los principales hospitales públicos.

Inversiones

Los 39,7 millones de euros de desviación correspondientes al gasto de los conciertos sumados a los 14,4 millones de euros de sobrecoste del plan de choque contras las listas de espera alcanzan 54,1 millones de euros, una cifra muy elevada comparada con algunas de las inversiones sanitarias de mayor peso previstas por el Consell. Un ejemplo de ello es el gasto previsto por Sanidad en el nuevo hospital La Fe. En la presentación del proyecto celebrada en febrero de 2002, Serafín Castellano apuntó que el nuevo centro de entre 800 y 900 camas se situará en el barrio de Malilla y costará unos 210 millones de euros -35.000 millones de pesetas-. De esta forma, si se evitaran diferencias entre el presupuesto inicial y la facturación final de los conciertos y el plan de choque, en menos de cuatro años se contaría con fondos suficientes para construir el nuevo hospital.

Respecto al sobrecoste del plan de choque en 2001, fue el más elevado desde que se puso en marcha la medida hace ocho años, ya que los seis millones de euros de presupuesto inicial se sobrepasaron en 14,42 millones. La diputada socialista María José Mendoza apuntó que a la vista de estos datos se consolida el incremento del impulso externalizador y privatizador de la sanidad pública que desarrolla el Consell, algo que, recordó, ya apuntaba la Sindicatura de Cuentas.

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