Pro palestinos en Málaga
Miles de malagueños asistimos con enorme perplejidad e incredulidad al silencio que se mantiene sobre las manifestaciones multitudinarias que se están celebrando en Málaga en solidaridad con Palestina. El viernes 5 de abril casi 3.000 personas nos manifestábamos en Málaga, en una marcha donde quedaba claramente de manifiesto la rabia contenida de los que asistimos, perplejos, a un genocidio planificado hecho con total impunidad y con el silencio y la inoperancia de la comunidad internacional.
El 19 de abril fuimos ya más de 7.000. La manifestación recorrió todo el centro de la ciudad y acabó en la Plaza de la Marina. Los que allí estábamos y los que llevamos años trabajando la solidaridad con Palestina sentimos vergüenza por la parcialidad y el silencio que mantienen los medios de comunicación malagueños con este tema. Si algo caracteriza a este conflicto es la conspiración del silencio que se mantiene en su entorno. Una conspiración que impide que salga la información de allí; una conspiración que ataca a los periodistas que pretenden informar con libertad, y una conspiración que impide que se conozca en su verdadera magnitud la solidaridad que cada día tiene lugar en esta orilla del Mediterráneo. Parecería que, por encima de toda independencia, los medios de comunicación hoy siguen una clara directriz que les dice que se mantenga la desinformación y el aislamiento de los colectivos que aquí trabajamos con el pueblo palestino, víctima de una ocupación que dura ya 34 años y víctima de un genocidio y un expolio cruelmente diseñado.
Si 10.000 o 7.000 malagueños salen a la calle y nadie dice nada, ¿qué nos podemos esperar de los medios de comunicación? ¿Hasta dónde llega la ética periodística que silencia de tal manera un clamor que recorrió las calles de Málaga el día 19 por la tarde?
Desde hace casi cuatro años el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe de Málaga viene desarrollando su campaña de solidaridad con Palestina. Desde el inicio de la segunda Intifada hemos incrementado enormemente nuestras actividades. Han participado con nosotros en conferencias, cursos y actos públicos eminentes y reconocidos palestinos que, con enorme esfuerzo por nuestra parte, se han acercado hasta Málaga para explicar de primera mano lo que allí ocurre. Hemos aceptado que todo esto no interesa a la prensa de Málaga, pero ahora no estamos hablando de actos minoritarios, sino de una manifestación en Málaga que, por su talante, por el número de participantes, por su fuerza impresionó a los que allí estábamos. Como un gran corazón extendido, que diría Vicente Aleixandre, recorrió las calles de Málaga. Era el corazón de la solidaridad, pero también el corazón de la rabia y del dolor. La prensa se ha encargado, en el caso de Málaga, de ocultar sus latidos. Que siga el genocidios, nada se mueve en Europa.
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