Holanda celebrará el 15 de mayo sus elecciones pese al asesinato de Fortuyn
Los líderes del partido de extrema derecha pidieron que no se aplazaran los comicios
Las elecciones legislativas en Holanda no serán aplazadas y se celebrarán, como estaba fijado, el próximo día 15, pese a la fuerte conmoción nacional que ha causado el asesinato del líder ultraderechista Pim Fortuyn. El primer ministro en funciones, el laborista Wim Kok, anunció ayer que había tomado esa decisión tras consultar a todas las fuerzas políticas como mejor solución para fortalecer la democracia y en homenaje al dirigente fallecido. El partido de Fortuyn pidió a Kok que no hubiera retrasos, aunque se mostró conforme con la paralización de los actos de la campaña.
El lunes por la noche se daba casi por hecho que las elecciones sufrirían un aplazamiento, y ayer por la mañana la gran mayoría de la prensa se decantaba por tal idea, al igual que muchos políticos que confesaban 'no tener apetito' de combate. 'Existe peligro de que se produzca un resentimiento exacerbado', escribía en un editorial el diario progresista Volkskrant al sugerir retrasar en unos meses los comicios para así dar tiempo a una mayor reflexión después del drama que vive este pequeño país. Sin embargo, otros medios más conservadores consideraban que el aplazamiento significaría capitular ante la violencia, y algunos recordaron que tampoco se modificó el calendario electoral en 1977, cuando un grupo de separatistas moluqueños secuestró un tren de pasajeros. Tampoco se aplaza la final de la Copa de la UEFA, que hoy jugarán el Feyenoord y el Borussia Dortmund en Rotterdam, la ciudad donde nació Fortuyn.
Kok, que hace un año anunció su decisión de no volver a presentarse a estos comicios, manifestó ayer que, tras reunirse con los representantes de los principales partidos, había encontrado suficiente consenso, palabra mágica en una nación que funciona así desde hace décadas, para mantener la fecha electoral. 'La democracia debe continuar', dijo el jefe del Gobierno tripartito de centro-izquierda. 'La mejor manera de servir a la democracia y al espíritu de Fortuyn es asegurar su ejercicio, a pesar de que ocurran los actos más horribles como éste', afirmó en un discurso pronunciado en el Senado, con todos los senadores en pie y que concluyó con un minuto de silencio.
Horas antes, Mat Herben, portavoz de la denominada Lista Pim Fortuyn (LPF), el partido del asesinado líder de ultraderecha, aseguró que su fundador era un gran defensor de la democracia y que hubiera querido que las elecciones se celebraran en la fecha planeada. El LPF no tiene intención de presentar otro líder para reemplazar a su creador. En realidad, era difícil que fuera de otro modo, pues Fortuyn era la cabeza y el cuerpo de este extraño y demagógico movimiento que fundó hace apenas dos meses y del que forman parte profesionales sin experiencia política y algunos miembros de minorías, empezando por su número dos, João Varela, un economista nacido en Cabo Verde pero con nacionalidad holandesa. Los sondeos pronosticaban antes del lunes unos magníficos resultados para su partido, al cual le daban más de veinte diputados de los 150 de la próxima Cámara baja y le auguraban ser partido bisagra del próximo Gobierno. Los laboristas ya han dicho que no entrarán en una coalición en la que esté el LPF. Es muy probable que el impacto del atentado reportará beneficios en las aspiraciones del descabezado grupo de Fortuyn.
Para algunos observadores, el retraso de los comicios, en contra de lo que muchos analistas opinan, podría perjudicar la estabilidad del país y la posibilidad de abrir la caja de los truenos ante una situación potencialmente peligrosa como es la vertiginosa aparición de un variopinto movimiento populista partidario de poner coto a la inmigración y con algunos comportamientos antieuropeístas y antiislámicos, pese a que Fortuyn siempre decía que no era ni xenófobo ni racista y que sus simpatías no pasaban ni por Jean-Marie Le Pen ni por Jörg Haider. Aplazar los comicios serviría para dar margen a buscar un líder que ahora no tiene la extrema derecha holandesa. Será el tiempo el que dictamine el rumbo que toma una nación que 'está acostumbrada a resolver los litigios con la palabra y no con las balas', según afirmó un emocionado Kok poco después de enterarse del crimen de Hilversum. 'Una cosa está clara: desde el lunes, Holanda ha perdido su inocencia', sentencia el nuevo líder de los laboristas, Ad Melkert.
Los sucesos del lunes han tenido una respuesta también entre las agencias de sondeos, que han acordado no publicar encuestas, al menos durante algunos días, para no influir en el comportamiento del electorado.
El atentado ha causado fuerte impresión en la familia real. La reina Beatriz ha suspendido todos sus actos públicos y el príncipe heredero Guillermo y su esposa la princesa Máxima han decidido regresar de las Antillas, donde se encontraban en visita oficial. Todos los holandeses rebuscan en la historia nacional para encontrar un atentado político tan impactante como éste. Hay que remontarse a más de tres siglos, cuando los hermanos Cornelis y Johan de Witt fueron asesinados en La Haya por sus intentos de acabar con Guillermo de Orange.
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