El alcalde Julián Muñoz asume la concejalía de Urbanismo de Marbella
El área se administraba mediante una sociedad municipal
El nuevo alcalde de Marbella, Julián Muñoz (GIL), ha iniciado su mandato atendiendo algunas de las peticiones formuladas desde la oposición, como la creación de una concejalía de Urbanismo -área gestionada hasta ahora mediante una sociedad municipal- o la reactivación de las relaciones con la Mancomunidad. Muñoz, sin embargo, tiene aún asuntos judiciales pendientes de su etapa junto a Gil.
Cuatro días después de ser investido alcalde de Marbella, Julián Muñoz, ha sorprendido con una inesperada reestructuración de las delegaciones municipales. El nuevo regidor marbellí asumió ayer la concejalía de Urbanismo, que en la actual legislatura no existía como tal. El hecho no deja de ser significativo, ya que hasta ahora esta área recaía en uno de los hombres de confianza de Jesús Gil, Juan Antonio Roca, gerente de la sociedad municipal Planeamiento 2000, a través de la cual se tramitaban hasta ahora todas las licencias y convenios urbanísticos.
La creación de una concejalía específica de Urbanismo ha sido precisamente una de las demandas planteadas en las últimas semanas por el PP, que, junto al PSOE y al PA, exigía además la destitución de Roca por su imputación en la presunta malversación de 5.000 millones de pesetas de dinero público.
Sin embargo, Muñoz ha afirmado que no piensa cesar al responsable de la sociedad municipal -autor de los más de 500 convenios aprobados durante los 11 años de gobierno de Jesús Gil- hasta que haya sentencia firme de la Audiencia Nacional en el sumario conocido como caso saqueo.
Otra decisión que ayer adoptó el nuevo alcalde fue la de reactivar las relaciones con la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, rotas desde que Jesús Gil anunciase en meses pasados su intención de abandonar la institución. 'Creo que debemos ser sensatos y unánimes, y las relaciones con la Mancomunidad de Municipios deben ser correctas, porque en el fondo todos trabajamos por la Costa del Sol', dijo Muñoz tras jurar su cargo como vocal del ente supramunicipal, en el que sustituye a Gil y Gil.
Asuntos pendientes
En cualquier caso, el relevo en la alcaldía de Marbella no significa el fin de los procedimientos judiciales que se siguen contra el equipo de gobierno. De hecho, el nuevo alcalde debía declarar ayer como imputado ante el Juzgado de Instrucción número 1 de la ciudad, por la concesión de una licencia de obras para la construcción de la discoteca Olivia Valere en unos terrenos calificados como zona verde en el PGOU de 1986.
La juez sustituta, Marina Lario, ha decidido suspender su comparecencia y la del resto de los ediles que integraron la comisión de gobierno en tanto estudia el caso, que denunció el PSOE en el año 1997.
Tanto Muñoz como Jesús Gil declararon anteriormente en esta causa por un delito contra la ordenación del territorio, aunque en febrero de este año los socialistas solicitaron que se ampliase la querella a los delitos de malversación de caudales públicos y prevaricación.
Según la denuncia, el Ayuntamiento de Marbella vendió a Aqualung Ocio S.L., empresa promotora de la discoteca, 4.000 metros cuadrados de suelo por 35 millones de pesetas y le cedió otros 11.000 metros cuadrados, en régimen de concesión por 50 años, por el pago de un canon anual de 1 millón de pesetas.
La portavoz municipal socialista, Isabel García Marcos, explicó que el informe del perito judicial sitúa el precio de mercado del primero en 85.800.000 pesetas, y establece que el canon anual del segundo debió ser de 7.468.376 pesetas, por lo que se habría causado al municipio 'un perjuicio patrimonial superior a los 119 millones de pesetas'. Además, según la edil, el arquitecto redactor del proyecto fue el concejal del GIL José Luis Troyano, que además votó a favor de la concesión de la licencia.
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