'¡Dios, qué felicidad!'

Antes del inicio de la carrera de 250cc, un piloto enseñaba a los cuatro vientos una pancarta en la que podía leerse: 'Álex Crivillé, el número uno'. Era Fonsi Nieto, el mismo corredor que se había impuesto la obligación ya no de hacer podio, sino de ganar. 'Sólo me vale la victoria', había declarado el sábado. Dicho y hecho. Pero cuando quedaban pocos minutos para que el corredor madrileño encarara el mayor reto en sus cinco años de carrera mundialista, Fonsi estaba 'histérico', según sus palabras, lo que no impidió que en aquel momento, pancarta en ristre, valorara que el protagonista todavía no era él. Era Crivillé.

Tras el inolvidable triunfo, y tras secarse las lágrimas abrazado a su novia, Elsa Pataki, Fonsi apareció ante los medios de comunicación y no dudó en reconocer que en esos momentos previos estaba, hablando en plata, 'cagado'. 'De hecho', relató, 'el mismo Álex me dijo: 'Tranquilo, que lo vas a conseguir'. Y lo he conseguido. No me lo puedo creer'.

'Algo habrá que hacer', respondió Fonsi cuando se le inquirió sobre la celebración. Aún sudoroso, aguantó la batería de preguntas que le cayeron. Reconoció que hasta los últimos instantes de la prueba no se vio ganador: 'De hecho', desveló, 'la moto me derrapaba un montón. Pero el público me llevaba en brazos. Seguramente, en otra carrera, en otro circuito, me hubiera conformado con ser segundo o tercero, sin arriesgar más. Pero aquí tenía que hacerlo. He conseguido calmarme, porque cuando aún tenía que hacer algún adelantamiento quería hacerlo en la curva que lleva el nombre de mi tío. Pero me he dicho 'tranqui'. Me he colocado primero y he oído el griterío de los aficionados, que era bestial. Incluso les he pedido en un momento con la mano que animaran más. ¡Qué fuerte ha sido!'.

'Todos me dicen que voy a ser el sucesor de Álex', afirmaba Fonsi. '¿Dónde hay que firmar?', se preguntó sonriente. 'Ahora mismo veo imposible llegar donde él ha llegado. No, no me veo capaz'. El nuevo líder del Mundial de 250cc, en cuya clasificación general aventaja en tres puntos a Rolfo, recordó los malos momentos, aquellos en los que más de uno puso en solfa la valía no sólo de él, sino de sus primos Pablo y Gelete, la saga de los Nieto: 'Pues hoy yo me siento más Nieto que nunca. Se nos ha criticado, se ha dicho que no ganábamos, que corríamos por el apellido... Ya todo está olvidado. Soy sobrino de un tío que ha ganado esto 90 veces una carrera como ésta. Joder, yo llevo una y... ¡Dios, qué felicidad!'.