La patronal vizcaína de hormigones pide protección policial ante los piquetes

El convenio alcanzado en el sector de hormigones y canteras de Vizcaya es de eficacia limitada, ya que no ha sido firmado por la mayoría sindical. El acuerdo recoge una subida salarial de un 5,2% el primer año y de un 150% del IPC el segundo. La jornada se reduce en 24 horas y se escalona en una hora la entrada y la salida al trabajo. Además, se abre la puerta a los contratos a tiempo parcial. El convenio afecta a todos los trabajadores del sector, 500 personas, salvo que expresamente pidan que no se les aplique.

ELA se opone a él por considerar insuficiente tanto la subida salarial como la reducción de jornada, y censura tanto la contratación a tiempo parcial como la flexibilización de la jornada. Por eso, puso en marcha una huelga ininterrumpida, que, según un portavoz del sindicato, no tiene visos de que se vaya a solucionar. Además, señalan que nadie les ha llamado para hablar.

Este último aspecto lo confirma la patronal, quien considera que el convenio es bueno y es aceptado por la mayoría de los trabajadores del sector. Tanto la patronal vizcaína como los sindicatos firmantes creen que ELA no debe utilizar la fuerza para impedir la entrada de los trabajadores que que deseen ocupar su puesto. Acusan al sindicato nacionalista de haber utilizado la fuerza contra bienes de las empresas (camiones y maquinaria) y contra los propios trabajadores. 'Tienen atemorizados a la gente y a los empresarios', señalan desde UGT. Un portavoz de Asecavi aseguró que las canteras se mantienen abiertas y que solamente las medidas de fuerza han impedido realizar el trabajo ordinario.

Los sindicatos firmantes y la patronal consideran que cuentan con más del 60% de apoyo entre los trabajadores y que están recogiendo firmas de adhesión que lo mostrará. El lunes tienen previsto reunirse en asamblea en la sede de UGT todas las centrales firmantes. Una de las mayores críticas que hacen a ELA es la de utilizar la fuerza con trabajadores que en muchos casos no son del sector. En este intentos de informar a los trabajadores la propia Asecavi ha mandado por correo los acuerdos del convenio a todos sus trabajadores.

La única posibilidad de poder volver a trabajar es si se logra protección policial para los que quieran entrar. Desde Cebek y Asecovi se cree que la semana que comienza la Ertzaintza tomará medidas contra los piquetes. Asecovi ha puesto también la situación en conocimiento de la Delegación de Trabajo y ha comunicado que el conflicto ya ha supuesto algunas restricciones de contratos y podría acarrear regulaciones de empleo.

La construcción, afectada

En cualquier caso, los sindicatos también han criticado la actuación de la policía, a la que reprochan haberse puesto en muchas ocasiones del lado de los piquetes. Desde CC OO se considera que los datos del convenio hablan por sí solos y que la estrategia de ELA es similar a la planteada hace dos años en el sector de la madera y el año pasado en el metal. Esta opinión se comparte desde UGT.

Aunque el sector de hormigones y canteras de Vizcaya da empleo directo a alrededor de 500 personas, las repercusiones de la huelga son muy importantes sobre el sector de la construcción, que ocupa a 28.000 personas en Vizcaya. Algunas constructoras han debido parar obras por la falta de hormigón para cimentaciones. El Gobierno vasco señaló el pasado jueves que 716 viviendas de protección oficial de Vizcaya se han visto afectadas.

También las obras de la nueva Feria de Muestras de Bilbao en Ansio (Barakaldo). Las constructoras no pueden recurrir a la compra de material en otros territorios por dos motivos: los piquetes y la poca duración del hormigón desde que se fabrica en la planta hasta que se aplica. El tiempo máximo es hora y media, lo que hace imposible pensar en traerlo de otras partes.