PP y PSPV se repartirán el gobierno de L'Alfàs del Pi
'Que el alcalde ponga sus cosas en un cajón y se vaya preparando, porque tendrá un plazo de 10 días' para abandonar la alcaldía. Esta frase, pronunciada a primera hora de la tarde de ayer por Vicente Pérez, portavoz del grupo municipal socialista de L'Alfàs del Pi (Marina Baixa), refleja la situación municipal vista por la oposición. L'Alfàs cuenta con 16.000 habitantes censados y su población real será del doble.
Juan Davó, portavoz del PP, reconoció que su partido ha llegado ya al 90% de los acuerdos necesarios con el PSPV para presentar una moción de censura contra el alcalde, Antoni Fuster, líder de la Asociación Independiente Democrática de L'Alfàs (AIDDA).
Para socialistas y populares, la situación del Ayuntamiento, dirigido por Fuster desde un 'centralismo absolutista', lo ha convertido en 'ingobernable'. Los presupuestos para este ejercicio todavía no han sido aprobados, los problemas de falta de plazas escolares son 'acuciantes' y la comisión de investigación para ahondar en el posible enriquecimiento ilícito del alcalde sufre una zancadilla tras otra, según la oposición.
En la oficina municipal del PSPV tenían ayer redactados incluso los documentos de la moción, pendientes únicamente de ser firmados por nueve concejales, la mayoría de los 17 que conforman esa corporación local. Los folios llevaban fecha del 2 de mayo. El alcalde propuesto en los documentos para sustituir a Antoni Fuster es Juan Davó, el médico que encabeza ahora el grupo popular.
'No dimito'
La primera autoridad municipal, por su parte, dijo de la moción: 'No me importa, ni me he planteado dimitir ni ceder la Alcaldía' a algún compañero de su agrupación. 'Lo que quiero es que me dejen trabajar'. Fuster atacó a los concejales del PP que encabezan ahora algunas de las concejalías de su gobierno local. 'Si tuvieran vergüenza dimitirían. Me sonrojaría hacer lo que ellos y cobrar buenos sueldos'. El alcalde se refería a los pactos con los socialistas.
La situación de los concejales del PP en el gobierno mayoritario de AIDDA es llamativa. Los ediles no disponen de firma para hacer ejecutar sus determinaciones. La única rúbrica válida es la del alcalde. 'En las últimas vacaciones veraniegas, Antoni Fuster se llevó las llaves de la Alcaldía. El alcalde en funciones no pudo entrar', explicaron ayer desde la oposición.
Vicente Pérez explicó ayer que el alcalde 'está ofreciendo pactos a unos y a otros, ofrece el oro y el moro'. Este portavoz, según su versión, se ha puesto en contacto con la secretaría de Política Institucional del PSPV en Valencia para alertarles de que si entran en negociación con Fuster 'los va a engañar'. Según Vicente Pérez, uno de los asuntos escabrosos que ha habido con el PP, las competencias de Urbanismo, ha quedado resuelto. Serán para el PSPV.
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