Berlín quiere manos libres para hablar de dinero

Alemania ha admitido que el acuerdo para intercambiar con Finlandia el turno de sus respectivas presidencias de la Unión Europea, pactado en diciembre pasado y formalizado en enero, se debe fundamentalmente a que Berlín quiere tener las manos libres a la hora de abordar en 2006 la crucial negociación sobre las perspectivas financieras para el periodo 2007-2013.

De continuar el actual turno, a Finlandia le correspondería presidir la UE en el primer semestre de 2007, y a Alemania, el segundo de 2006, periodo en el que se supone que la negociación estará al rojo vivo, puesto que las actuales perspectivas financieras cubren el tramo 2000-2006. Durante la cumbre europea de Laeken en diciembre, ambos pactaron intercambiarse los turnos, con el argumento de que, de respetarlos, ambos países estarían en elecciones durante sus mandatos.

Ayer, el Financial Times, citando fuentes alemanas, señaló al recordar el pacto germano-finlandés que, de ser reelegido, Schröder 'se sentirá libre para negociar el próximo paquete financiero'. La prevención alemana tiene su origen en que, en 1999, cuando se negociaron las actuales perspectivas financieras, Schröder, entonces presidente de la UE, se vio forzado a aceptar las imposiciones de España y Francia para que no se disminuyeran los fondos europeos ni las ayudas agrícolas.

Pero la estrategia del canciller puede no haber servido de nada, porque para entonces ya se habrá producido la prevista ampliación de la UE a diez miembros más y, casi con seguridad, estará ya en vigor la anunciada reforma sobre el reparto y turnos de presidencias de la UE. Muy probablemente estará ya en marcha el sistema de presidencias conjuntas, formadas por cinco o seis países. En cualquier caso, la batalla para pactar las nuevas perspectivas financieras será una de las más importantes de la década, porque enfrentará a contribuyentes netos, como Alemania u Holanda, con receptores de ayuda, como España o Grecia.