Hallado en Francia un arsenal de ETA con 20 cohetes, granadas, explosivos y metralletas
El piso de Castres fue alquilado en agosto por Lete Alberdi y Lorentza Beyrie, ya detenidos
El dueño de una vivienda de Castres, localidad situada a 70 kilómetros de Toulouse, se acercó ayer a la casa para cobrar a sus morosos inquilinos y se encontró con un arsenal que sus arrendatarios, Juan Ramón Lete Alberdi y Lorentza Beyre, se vieron forzados a abandonar tras su detención en diciembre. La policía judicial francesa registró ayer la vivienda, donde halló 20 cohetes, un lanzacohetes desplegable, 12 granadas de fusil, pistolas, metralletas, 300 detonadores, temporizadores y material explosivo procedente del robo perpetrado por ETA en marzo de 2001 en un depósito de la empresa Titanite, SA.
La vivienda supuestamente había sido alquilada en agosto del año 2001 por Juan Ramón Aguirre Lete y la francesa Lorentza Beyrie, ambos detenidos el 12 de diciembre en Auch junto al responsable del aparato de logística y cursillos de la banda, José Ramón Karasatorre Aldaz, y Miren Orkolaga. La captura dejó un rastro de impago de alquileres de viviendas, con contratos suscritos en su mayoría por Beyrie, que permitió dar con una base logística etarra sita en un piso de Toulousse y con otro almacén de armas y explosivos localizado el 25 de enero último en la localidad de Serres-Castet, donde fueron hallados 700 kilos de dinamita procedentes del robo del depósito de Titanite, SA de Plevín. El dueño de la casa de Castres había dejado de cobrar en enero.
El registro de la vivienda que ayer estaban efectuando (y hoy continuarán haciendo) la policía judicial, la División Nacional Antiterrorista y expertos en la desactivación de explosivos obligó a los agentes a elaborar un detallado inventario.
Detonante de Grenoble
El hallazgo más importante es el de 20 cohetes y un lanzacohetes desplegable, que estaban sin desembalar y que los terroristas, presumiblemente, pretendían utilizar contra un objetivo móvil, según informaron ayer fuentes de la lucha antiterrorista. Junto a estos cohetes se encontraron varias cajas que contenían casi 600 metros de cordón detonante, procedentes del robo que un comando de ETA perpetró en marzo de 2001 en los depósitos que la firma de explosivos Titanite, SA tiene en Veurey-Voroise y Saint Quentin en Isere, en las proximidades de la localidad francesa de Grenoble.
El arsenal estaba compuesto también por 12 granadas de fusil (se acoplan a la boca del cañón), posiblemente para ser lanzadas bien mediante alguna de las armas largas requisadas en el registro o bien con los lanzadores de PVC que ya ha utilizado la organización terrorista. Entre esas armas largas se encontraban tres ametralladoras, seis fusiles de asalto (con sus correspondientes cargadores) y una pistola de la marca Astra del calibre habitualmente usado por ETA, nueve milímetros, con varios juegos de cargadores Browning. La banda disponía también de 12 silenciadores para usarlos con estas armas. Las pistolas y los fusiles estaban dotados de abundante munición, unos 5.000 cartuchos, la mayoría de ellos del ya citado calibre nueve milímetros parabellum, pero de marcas diferentes.
300 detonadores
Los terroristas almacenaban también abundante material para la confección de artefactos explosivos, que iban desde despertadores (utilizados habitualmente como temporizadores en los coches bomba de la banda) a detonadores eléctricos, de los que se han inventariado unos 300, pasando por herramientas de todo tipo.
La policía francesa se incautó igualmente de una veintena de disquetes de ordenador y de abundante documentación en euskera y castellano, fundamentalmente manuales de los denominados Ikusi eta ikasi (mira y aprende), elaborados por los terroristas para adiestrar en la fabricación y manejo bombas. Toda la documentación está siendo analizada por la policía francesa.
Fuentes de la lucha antiterrorista indicaron que la casa formaba parte de la red creada por los responsables de logística de la banda para suministrar material a los comandos que atentan en España. La pérdida de los explosivos en Serres-Castet y del material hallado en Castres habría llevado a los terroristas a no tocar otros almacenes que creen quemados y a utilizar explosivos de fabricación propia (cloratita). No obstante, se calcula que la banda conserva 2.000 kilos de dinamita.
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