200 comerciantes piden compensación por las obras de Santa María de la Cabeza

Las obras para la construcción del túnel de Santa María de la Cabeza, en el distrito de Arganzuela, han revolucionado la vida de 200 comerciantes de la zona. Y no precisamente para bien. Los vendedores afirman que desde que empezaron los trabajos sus ingresos han descendido hasta en un 80% por la falta de clientes. Por eso reclaman la exención del impuesto de actividades económicas (IAE) e indemnizaciones para afrontar la crisis.

La construcción de un túnel de 1.050 metros, que reemplazará al antiguo paso elevado de Santa María de la Cabeza, no sólo ha originado molestos desvíos de tráfico para los 50.000 vehículos que antes se desplazaban por la zona, sino que también ha supuesto una 'pesadilla' para los comerciantes del sector.

Vallas, aceras levantadas, polvo, ruido, obreros y calles cortadas conforman el panorama que acompaña a los comerciantes desde el inicio de los trabajos, el pasado 4 de junio de 2001. Por esta zona funcionan tiendas de muebles, tapicerías, bares, tiendas de electricidad, tintorerías, academias de peluquerías, autoescuelas y tiendas de mercerías, entre otras. Todos son pequeños y medianos comerciantes.

Los vendedores denuncian que sus negocios se han visto 'seriamente perjudicados', entre otras cosas porque han dejado de ser visibles a causa de las obras y porque el trasiego que había antes en aquella zona se ha reducido considerablemente. 'La situación es caótica y estamos muy machacados', afirma José Luis Jiménez, portavoz de los afectados.

Según Jiménez, las ventas en el más del centenar de comercios que rodean el área de las obras han disminuido hasta en un 80%. Y hay más: seis establecimientos se han visto obligados ya a cerrar sus puertas, asfixiados por la falta de clientes. 'Yo le tenía mucho miedo a las obras, pero no me podía imaginar que llegaríamos a tanto. Éste es un barrio de gente mayor y por temor a caerse esas personas evitan pasar por aquí. Esto es un horror. Yo ya estoy pensando cerrar porque no puedo más', asegura María Victoria Nieto, propietaria de una tienda de mercería en el número 22 de la calle de José Antonio Armona.

'Nos tienen totalmente bloqueados. No estamos vendiendo prácticamente nada', añade Isidro Muñoz, el encargado de una estación de servicio que se halla en el número 18 del paseo de Santa María de la Cabeza.

Atribulados por la crisis que atraviesan, los comerciantes se organizaron bajo el nombre de 'perjudicados por las obras del túnel de Santa María de la Cabeza', y el pasado 16 de abril enviaron una carta a la concejal del distrito, Eva Durán, en la que levantaron su voz de protesta.

En la misiva, los comerciantes solicitan al Ayuntamiento 'una indemnización por los perjuicios económicos' que han sufrido. Esa compensación, según los afectados, podría traducirse en la exención del pago del impuesto de actividades económicas (IAE) y en subvenciones para sobrellevar la pesada carga que supone el decaimiento de sus negocios.

A esta petición, el Ayuntamiento de Madrid ha respondido con un sí, pero a medias. El concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, asegura que los comerciantes tienen derecho, por ley, a pedir la reducción del impuesto sobre actividades económicas por obras en la vía pública, contemplado en la ley 41 de 1994. Esta norma, sin embargo, sólo contempla hasta en un 80% la reducción del IAE en caso de obras que tengan más de nueve meses de duración.

'Pasa siempre'

'Las molestias por las obras son un fenómeno que pasa siempre. Yo hago lo que puedo y aplico una ley que no es nuestra, sino del Estado. No tenemos ninguna posibilidad de dar compensaciones económicas', afirma el concejal Bujidos.

Pero su respuesta no convence a los comerciantes. 'Nosotros reclamamos la exención total del impuesto y más ayudas. Si el Ayuntamiento no tiene nada legislado, que lo haga, que para eso está', replican desde la asociación de afectados.

Matilde Fernández, concejal socialista en el distrito de Arganzuela, asegura que su grupo ha encargado a la edil Ruth Porta un estudio que incluya la posibilidad de que los comerciantes se vean beneficiados no sólo con una reducción en el pago del IAE, sino con subvenciones: 'Yo creo que en una ciudad como ésta, en la que se avecinan más obras, se debería buscar una fórmula para compensar a los vecinos afectados por obras públicas de más de un año', sostiene Fernández.