'Sueños de Ibiza' recrea el conflicto vital de los hijos de los 'hippies'

Recién llegado de la India, Carlos se plantea cambiar de vida y decide montar una comunidad de meditación. Nacho opta por llevar hasta las últimas consecuencias el disfrute de la vida. Insatisfecha con su vida, Chica opta por marcharse a trabajar en África. Los tres son amigos de toda la vida y forman el triángulo que protagoniza la película Sueños de Ibiza, primera incursión en la dirección de largometrajes de Igor Fioravanti, producida por Antonio Pérez para Maestranza Films. Interpretados por Adrià Collado, Paco Marín y Adriana Domínguez, los tres personajes treintañeros buscan un sentido a sus existencias. Los tres son los hijos de la generación hippy que convirtió Ibiza en su refugio en la década de los sesenta. Afrontan la realidad desde perspectivas diferentes, pero están unidos por su ansia de vivir de acuerdo con sus deseos, dos de ellos sin tabúes sexuales y sin temor a la muerte. 'Fueron muy valientes', concluye el realizador madrileño, procedente del mundo de la publicidad.

Sabe de lo que habla, pues no en vano él mismo se reconoce como uno de los vértices del triángulo, mientras que dos están inspirados directamente en dos antiguos amigos suyos. 'He hecho lo que muchos para escribir este guión de ficción: he tirado de mi pasado', admite Fioravanti, de 33 años, quien vivió hasta los 20 en la isla mediterránea. Asegura que la acción y las situaciones igual podían transcurrir en Madrid que en Ibiza, pero no hay duda de que la isla desempeña un papel protagonista en este filme, seleccionado en la sección Panorama de la última edición del Festival de Berlín.

'Ibiza tiene la cualidad de ser muy tolerante', apunta Fioravanti, quien escribió el guión mientras escuchaba la música de José Padilla, el por muchos años DJ emblemático de Ibiza. Padilla se encarga de banda sonora de la película, en la que las drogas están presentes, porque 'están ahí', en el día a día. 'Estoy harto de hipocresias', añade el realizador. Ni una de las famosas discotecas de la isla aparece por el filme, cuya acción se sitúa preferentemente en casas encaladas. Por ellas transita el personaje de Paco Marín, quien, después de interpretar al tierno fotógrafo de la serie Periodistas, reconoce el 'vértigo' que le ha producido estrenarse en el cine con un papel arriesgado del joven dispuesto a experimentar hasta el final.