Muchos espectadores verán sólo parte de la pista en el futuro Palacio de Deportes

Invisible. Inseguro. Y caro. Estos adjetivos resumen el dictamen del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid para enjuiciar el proyecto de reconstrucción del Palacio de Deportes de Madrid, arrasado por un incendio el pasado junio. Los facultativos, que consideran excluyente hacia otros profesionales la adjudicación del proyecto básico, critican que las futuras canchas no podrán verse desde amplias zonas del graderío, que los sistemas de seguridad previstos impedirían la correcta evacuación de los espectadores, así como la carestía de un proyecto que esperan que corrija el Gobierno regional.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), que asocia a 8.062 profesionales, ha puesto el grito en el cielo ante los planes del Gobierno regional para reconstruir, peculiarmente, el Palacio de Deportes, que ardió casi al completo el 28 de junio de 2001 a consecuencia de un incendio. Las llamas surgieron en la cubierta, donde unos obreros ejecutaban entonces tareas de soldado con soplete. La techumbre se hundió. El edificio quedó devastado, salvo los paramentos de sus cuatro fachadas, a las calles de Goya, norte; Fuente del Berro, este; Jorge Juan, sur, y Lombía-plaza de Felipe II, oeste. Parte de las fachadas occidental y oriental siguen en pie.

Las impugnaciones del colegio de arquitectos argumentadas ayer en una conferencia de prensa presidida por su decano, Fernando Chueca Goitia, son de triple naturaleza: unas, administrativo-corporativas, referidas a la fórmula de asignación del proyecto. Otras, de cariz facultativo, relativas al contenido arquitectónico del proyecto básico. Y algunas críticas más se refieren al crecimiento del presupuesto, que, según los arquitectos, ya ha pasado de unos 24 millones de euros en otoño de 2001 a más de 51 millones euros en la actualidad. Además, considera que el proyecto obliga a modificar el Plan General de Ordenación Urbana.

Las críticas colegiales tienen en cuenta que la fase en que se emiten es previa al proyecto de ejecución, aún no consumado (cuya presentación está prevista para el 19 de junio), 'que corregirá, presumiblemente, algunos de los grandes errores de bulto detectados', dice Serafín Sardina, vicesecretario del COAM. Para Santiago de la Fuente, secretario general del COAM, según los planos del proyecto básico, la desaparición del antiguo velódromo será suplida con una pista corta de atletismo, elipsoidal, de 200 metros y seis calles; una pista recta central, de 60 metros y ocho calles, pistas de salto longitudinal y de triple salto, más otra de salto de altura. En el centro del espacio se emplazará una cancha de baloncesto. 'La pista periférica de atletismo resultará invisible para miles de espectadores del primer repecho de gradas, dado el retranqueo de la pista a unos 4,5 metros de profundidad', cuenta De la Fuente. El COAM considera que las pistas de atletismo nunca podrán ser enteramente visibles desde las gradas 'sin modificar profundamente los parámetros que figuran en las bases del concurso'. Miles de espectadores verán salir a los atletas, pero no podrán ver su llegada a meta. O viceversa.

Los directivos colegiales consideran asimismo que las medidas de accesibilidad y seguridad propuestas en el proyecto básico 'no contemplan la necesaria univocidad e independencia de los circuitos de evacuación, sino que los concentran en una sola planta, con los riesgos que implicaría'.

Por otra parte, el secretario del colegio madrileño señala: 'La Comunidad de Madrid (responsable de la reconstrucción) ha eludido la convocatoria de un concurso de ideas previo al proyecto básico que, en un caso como éste, habría sido lo lógico'. Según De la Fuente, 'las situaciones de excepcionalidad que contempla la ley de contratos y que justificarían medidas excepcionales de asignación como las adoptadas, no se dan en este caso. Además', agrega, 'el proyecto básico ha sido concedido a dedo y la designación de una empresa constructora se ha hecho por igual procedimiento; todo ello enajena la posibilidad de acceso libre a proyectar a los profesionales no sólo españoles, sino también europeos, habida cuenta de la envergadura arquitectónica y presupuestaria de este proyecto'.

El ingeniero de caminos Guillermo Collarte, gerente de Arrendamientos y Promociones Inmobiliarias de la Comunidad de Madrid (Arproma), la empresa gestora del proyecto, señala por su parte: 'Esas críticas (del COAM) no tienen en cuenta el hecho de que cuando iniciamos en julio del año pasado toda esta operación, el planteamiento era mucho más sencillo. Se trataba' dice, 'de una reposición pura y dura de la cubierta y de la reparación de los daños iniciales del incendio. Para ello', sigue Collarte, 'contratamos a un profesional con experiencia en arquitectura deportiva, Enrique Hermoso, que nos asesoraría técnicamente. Pero la idea inicial se ha transformado muy profundamente y ello ha alterado por completo aquellas previsiones'.