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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

Detenida en Ceuta una mujer de 97 años por ocultar en su casa a 16 marroquíes

Una mujer ceutí de 97 años, Mina L. M., fue detenida ayer cuando agentes del Cuerpo Nacional de Policía irrumpieron en su domicilio, en la barriada marginal de Príncipe Alfonso, muy cercana a la frontera con Marruecos, para efectuar una redada contra la inmigración ilegal. En el interior de la humilde vivienda, una casa de planta baja, se ocultaban 16 inmigrantes marroquíes, 14 hombres y dos mujeres, que aguardaban sin salir de la casa mientras se preparaba su traslado a la Península en una embarcación clandestina.

La policía había establecido, como en otras ocasiones, una operación de vigilancia en las inmediaciones ya que por averiguaciones sospechaba que este domicilio podía ser utilizado por las redes de inmigración para esconder inmigrantes. Las barriadas de Príncipe Alfonso y Príncipe Felipe, situadas en la periferia de Ceuta, son focos de marginación y delincuencia, según la policía, que considera de difícil vigilancia ambas zonas. Precisamente por este motivo son numerosas las viviendas de seguridad utilizadas por organizaciones dedicadas a inmigración ilegal. Según datos de la Delegación del Gobierno, en 2001 se detuvo a 49 personas por este motivo, se descubrieron 34 viviendas y se liberó a 356 inmigrantes, en su mayoría de nacionalidad marroquí.

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Debido a su avanzada edad, la anciana sólo prestó declaración en la comisaría, quedando en libertad inmediatamente, aunque con cargos por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y apoyo a la inmigración ilegal. 'Ni siquiera ha pisado los calabozos', dijo la Delegación.

Mina L. M. no tenía antecedentes policiales, y aunque quedó en libertad casi inmediatamente deberá pasar por el juzgado en las próximas semanas, 'ya que la edad le exime de la reclusión pero no de su responsabilidad en el delito'.

La policía sospecha que la anciana tenía arrendada parte de la vivienda a un familiar o a un conocido, de nacionalidad marroquí, que no se encontraba en la casa cuando entraron los agentes, por lo que estima que la mujer, más que responsable de colaborar con la inmigración, es una víctima de las mafias.

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