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La difícil refundación del BBVA en mitad de la crisis

El banco intenta que el escándalo no perjudique al presidente ni al consejero delegado

Íñigo de Barrón

La segunda entidad financiera de España atraviesa una crisis de imagen por el escándalo de las cuentas secretas. En poco más de un mes, el BBVA ha perdido a 15 consejeros -puede que sean 19 en próximos días- y está inmerso en un proceso judicial capitaneado por Garzón. La refundación se basa en que el presidente y el consejero delegado no queden salpicados. Los analistas consideran que el prestigio y el negocio puede verse afectado, aunque la cotización y la solvencia no siguen intactas.

El cese de 15 consejeros, casi todo el BBV, ha aumentado la repercusión del caso y hace más político el escándalo
La cotización y la solvencia de la entidad no se han visto afectadas, aunque los analistas temen un impacto en el negocio

Mañana se cumplirá un mes de crisis en el BBVA. El 22 de marzo el banco envió una nota a la CNMV en la que reconocía que el Banco de España había 'iniciado un expediente administrativo' por tener 225 millones de euros (37.437 millones de pesetas) en cuentas secretas en el extranjero. También reconoció que se habían constituido 22 fondos de pensiones para otros tantos consejeros con dinero negro.

Este escándalo, entre dimisiones y renuncias, se ha llevado por delante a 15 consejeros, casi la mitad del consejo. Entre las bajas están dos de los tres vicepresidentes que tenía el banco, Gesvasio Collar y José Domingo Ampuero, que se unen a nueve consejeros más que pertenecían al antiguo BBV. Además, Francisco González estableció la marcha de cuatro consejeros de Argentaria, que no están relacionados con las cuentas secretas.

Por si todo esto fuera poco, el presidente del BBVA ha pedido la dimisión a cuatro vocales más -Juan Entrecanales, Ramón de Icaza, Luis María de Ybarra y Javier Aresti-, con lo que el consejo podría pasar de 32 miembros a sólo 13 en poco más de un mes. Además, de los 13 que se mantienen sólo uno, el nuevo consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, pertenece al BBV. González ha terminado de un plumazo con Neguri, el grupo de familias de la burguesía vasca que fundaron el Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya. La marcha de tantos consejeros -todo el BBV- ha hecho que la percepción del escándalo sea todavía mayor. La prensa internacional ha relacionado al Gobierno con esta operación, ya que González fue aupado a Argentaria por el PP. Esta intromisión de la política en el negocio financiero ha sido criticada por periódicos económicos británicos y norteamericanos. Este escándalo se ha convertido en una bola de nieve que no deja de crecer, ya que también es motivo de confrontación política.

Al margen de estos avatares, 'el negocio financiero se basa en la confianza y este asunto ataca directamente a este punto', explica un alto ejecutivo bancario competidor del BBVA, que cree que la situación es negativa para todos los bancos.

Fuentes del BBVA insisten en que tanto Goirigolzarri como González 'están al margen de toda el escándalo'. La reconstrucción del banco se basa en que ellos queden al margen del proceso judicial y político. Los analistas creen que son fundamentales para el futuro de la entidad.

Hasta el momento, ninguna agencia de rating, que miden la solvencia del banco, ha revisado las notas que le concede a esta entidad. Esto supone que el BBVA continúa con una de las mejores calificaciones sobre fortaleza de capital de los bancos europeos. Tampoco el mercado bursátil ha castigado la acción. Desde que estalló el escándalo, las acciones han subido un 1%, lo mismo que ha hecho el Ibex 35.

Los analistas bancarios creen que una de las claves para saber cuál será el impacto sobre el negocio de la entidad será que no haya cambios en el organigrama ejecutivo. 'Son ellos los que están directamente encima del negocio y hasta ahora han demostrado que son un buen equipo que conoce bien este sector. Su experiencia en el negocio es enorme'. Dos grandes firmas de Bolsa, Salomon Brothers y Goldman Sachs, apuestan por la solidez de la entidad y prueba de ello es que han mejorado la recomendación sobre el banco desde ' neutral' a 'positiva', tras iniciarse el proceso judicial.

Dentro de la entidad no hay dudas de que el escándalo tendrá su coste. 'No sabemos cuál será el impacto. Puede ser del 1% o del 5% del beneficio, pero lo que no cabe duda es que cuando se deteriora la imagen como ahora, eso tiene repercusión en los volúmenes de negocio', dice un ejecutivo.

Jósé Luis de Mora, analista bancario de Merrill Lynch, cree que 'no habrá un gran impacto en las cuentas'. Sin embargo, aclara que la banca privada puede ser la unidad que más sufra. También apunta que, si se alarga el proceso judicial, la reputación de la entidad podría verse afectada, 'lo que podría provocar que inversores institucionales norteamericanos vieran con más recelo las acciones del banco'. La distracción del equipo ejecutivo por el escándalo es otro hándicap para la entidad, según José Luis de Mora, que también cree que el valor BBVA estará sometido 'a la incertidumbre' en próximos meses. Los expertos consultados coinciden en señalar que lo más perjudicial para el banco es permanecer en los medios de comunicación durante mucho tiempo.

Javier Bernat, de Caja Madrid Bolsa, estima que 'si el escándalo tiene las dimensiones que ya conocemos y el presidente y la dirección ejecutiva quedan como están, no habrá problemas para el BBVA'. Aun así, Bernat espera un impacto negativo en el negocio 'porque los clientes pueden retraerse en su relación con el baco'. SG Securities ha ido más lejos y estima que el Santander Central Hispano (SCH) puede salir beneficiado de esta situación al captar clientes de su competidor.

Dentro del sector financiero hay ejecutivos que opinan que lo peor de este caso no son los hechos, 'ya que no se ha robado nada, sino la estética. El caso BBV tiene un aspecto muy feo'.

En opinión de estas fuentes, el hecho de que los más altos ejecutivos del banco hubieran mantenido 'un banco paralelo' durante 14 años 'es algo muy grave porque implica una rutina en utilizar dinero opaco. Además echa por tierra los códigos éticos redactados por el consejo'.

Este escándalo ha demostrado que las entidades financieras tienen una aparente facilidad para saltarse los controles. Entre éstos hay que destacar cuatro: el Banco de España, la CNMV, los auditores así como la auditoría interna de la entidad. Muchas víctimas en un solo escándalo.

Francisco González, presidente del BBVA, y José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado.
Francisco González, presidente del BBVA, y José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado.EFE

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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