Manifestación propalestina ante la Casa Blanca
Hubo para todos los gustos: por la paz, contra la globalización, contra el racismo y contra la violencia, pero sobre todo fue una demostración sin precedentes en favor de los palestinos. Washington atrajo ayer a unos 30.000 manifestantes, que, aprovechando la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI), invadieron pacíficamente las inmediaciones de la Casa Blanca en una ciudad, como era de esperar, tomada por la policía.
Las medidas de seguridad recordaron el despliegue de hace dos años, también con motivo de un encuentro del FMI, cuando las manifestaciones se tornaron violentas y 1.300 personas fueron detenidas. Ayer, sin embargo, el ambiente era casi festivo, siempre que nadie rebasara las barreras policiales. Era imposible llegar hasta el edificio del Fondo Monetario, completamente cerrado y sólo accesible con credenciales especiales.
Las mayores protestas fueron las convocadas a favor de los palestinos y en contra de la actual política estadounidense en Oriente Próximo. 'Esperamos poder despertar las conciencias de muchos de nuestros conciudadanos que no se dan cuenta de lo que está pasando realmente en la zona', aseguró Sandra Flounders, miembro de una organización pacifista que convocó la marcha en favor del pueblo palestino.
'A veces, la opinión pública en Estados Unidos se despierta un poco tarde', dijo Mahdi Ray, del Consejo Musulmán de Asuntos Públicos, que intervino en los discursos, 'pero cuando lo hace, suele dar resultado, aunque sé que costará trabajo'.
En el césped que rodea el obelisco, jóvenes con kufías, mujeres con pañuelos y niños con banderas escuchaban distraídos las palabras del estrado. Los más mayores rezaban, invocando a Alá. Un recinto hecho de tablas de madera simulaba la ciudad de Nablús y los controles militares israelíes.
Nadim, un técnico de ordenadores de Nueva Jersey, tardó cinco horas en coche para llegar hasta Washington. 'Los medios, sobre todo la CNN, dan una visión muy parcial del conflicto. Por eso he querido venir hoy. Creo que la política de Bush debería ser más neutral'. Muchas pancartas protestaban por la ayuda anual de 3.000 millones de dólares (3.360 millones de euros) de Estados Unidos a Israel: 'Proteste y no pague sus impuestos'.
Pese a ser, sin duda, uno de los eventos más multitudinarios a favor del pueblo palestino, la manifestación se quedó pequeña comparada con la convocatoria a favor de Israel que la semana pasada reunió a unas 100.000 personas, además de miembros destacados del Congreso.
Los antiglobalización, que lanzaron un globo en forma de tierra con una gran pancarta de 'Se vende', se sumaron luego a los propalestinos y los otros manifestantes en una marcha hacia el Capitolio.
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