El centro para cocainómanos tratará también a otros adictos
El único centro madrileño especializado en la atención a cocainómanos tratará también a los adictos a otras sustancias, siempre que padezcan enfermedades mentales. La Agencia Antidroga ha tomado esta decisión para 'rentabilizar' este servicio, que en su primer año sólo ha llenado 21 de sus 25 plazas. En 12 meses, este dispositivo, ubicado en la clínica de Nuestra Señora de la Paz (Ciudad Lineal) de la orden hospitalaria de San Juan de Dios, ha atendido a 140 cocainómanos. El 41% empezaron a consumir cuando eran menores.
El gerente de la Agencia, José Manuel Torrecilla, se muestra 'plenamente satisfecho' del funcionamiento del centro, aunque reconoce que el nivel de ocupación, nunca superior al 84%, 'se puede mejorar'. 'Por eso hemos decidido iniciar en el centro un programa para toxicómanos con enfermedades mentales graves, lo que se conoce como patología dual. Hasta ahora esos pacientes sólo entraban en este dispositivo si eran adictos a la cocaína, no a otras sustancias; y eso es lo que vamos a cambiar', añade.
Torrecilla considera que la existencia de plazas vacantes 'demuestra que no eran ciertas las críticas de los que decían que 25 camas eran pocas'. El gerente de la Agencia matiza que no todos los cocainómanos precisan un recurso hospitalario de este tipo, ya que otros pueden ser atendidos en comunidades terapéuticas y centros ambulatorios. 'Este dispositivo está pensado para estabilizar a adictos con niveles de consumo peligrosos para los que el tratamiento ambulatorio no es suficiente', añade. La estancia media en el centro es de un mes.
Más de cinco gramos diarios
Los 140 cocainómanos atendidos tienen a sus espaldas consumos muy compulsivos. Casi la mitad tomaba al día de uno a cinco gramos de heroína, e incluso un 17% (el 26% de ellos menor de 25 años) superaba los cinco gramos. La media de años de adicción es de 12 y más de la mitad aspira la droga, frente a sólo un 9% que se la inyecta. Cerca de la mitad tiene antecedentes de toxicomanías en su familia.
El 87% de los pacientes sufrió alteraciones psicóticas derivadas del consumo (sensaciones de persecución o de tener parásitos en la piel...). Según Torrecilla, eso muestra que la cocaína 'provoca graves alteraciones psíquicas'.
Siete de cada diez usuarios atendidos han completado su programa terapeútico, aunque deben seguir en tratamiento ambulatorio en otros servicios; un 17% fue expulsado por actuaciones violentas y un 14% se marchó voluntariamente de este centro, que cuenta con 25 profesionales y cuesta más de un millón y medio de euros a la Agencia hasta 2002.
La edad media de los pacientes es de 32 años. Ocho de cada diez son varones; un 83% tiene estudios básicos y la mitad son solteros y viven con sus padres. El 75% es de clase media; el 16% de clase baja y el 9% de clase alta. Un 48% tiene antecedentes penales y un 33% trabaja.
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